Moya, Aguado, Francho y los fichajes para el centro del campo del Real Zaragoza

En estos últimos días de junio, con el final de la pasada Liga ya lejos y el inicio de la pretemporada de la próxima cerca, estamos viendo dibujados sobre la hoja de ruta los primeros trazos firmes de lo que va a ser una profunda reestructuración de la plantilla del Real Zaragoza. Las confirmaciones de las llegadas de Mario Soberón y de Joan Femenías, junto al nuevo contrato de Adrián Liso hasta 2029, han sido los primeros movimientos oficiales de un plan que está en su fase inicial y al que le falta un número considerable de operaciones de salida y de entrada por ejecutar.

Victor Fernández quiere un equipo prácticamente nuevo, que en casi nada se parezca al que heredó en marzo y con el que pasó las de Caín para llevarlo hasta la salvación. Los cambios serán a gran escala y afectarán a todas las líneas. Ahora mismo, la superpoblación en la portería es muy alta. Hay ya un nuevo inquilino: Femenías tiene plaza fija en este viaje. El club quiere también de regreso a Edgar Badía. Veremos si acaba siendo posible.

Gori Gracia ya ha firmado un contrato por tres temporadas

Cristian Álvarez, el tercero en discordia, el primero sin discusión durante seis años, entró directamente en el debate sobre su situación dejando clara su postura a pesar de que en público nadie haya dicho esta boca es mía. Habrá entendido también el arquero que se entiende todo. Cristian quiere cumplir el año que le queda de contrato. El rol que la SAD ha pensado para él no es el principal. Su caso es una patata caliente de obligatoria gestión inteligente por el enorme predicamento popular del argentino.

En la defensa y en la delantera la revolución será tan grande como en la portería. Prácticamente no se salvará nadie. En la retaguardia continuará Lluís López a la espera de lo que suceda en las negociaciones con Francés y con el estado físico de Nieto, un jugador al que Víctor tiene en gran estima pero que viene de sufrir una lesión muy importante. En el ataque, todo es posible, que no quede nadie o, lo más probable, que alguien salve el pellejo. Azón también acaba contrato en junio de 2025. Es decir, su verano es este. Es un delantero que tiene mercado pero totalmente útil para un proyecto como el del Real Zaragoza.

Fran Gámez firma dos años con el Eldense

Ni detrás ni delante, en el medio es donde hay varios futbolistas que la SAD ha considerado fijos en su proyecto: Toni Moya, Marc Aguado y Francho. La base sobre la que rematar el centro del campo está aquí. Moya y Aguado estuvieron por debajo de su nivel la mayor parte de la temporada pasada. La vuelta de Víctor Fernández les benefició y ambos potenciaron sus prestaciones. En el último tercio de Liga, Toni estuvo suelto, participativo y cómodo con el balón. Aguado también se sintió más a gusto en contacto con la pelota. Durante todo el campeonato, Marc había trabajado bien posicionalmente y en la anticipación. Son dos futbolistas de calidad y del gusto del técnico. Con Víctor, Francho estuvo ausente por lesión. Es otro perfil, de ida y vuelta, para hacer kilómetros. Gori Gracia, un mediocentro ofensivo, está atado. Es una apuesta de riesgo, pero con clase. El entrenador definirá su futuro en la pretemporada.

Sobre la base de estos cuatro futbolistas, el Real Zaragoza tiene que añadir nuevos perfiles a una zona clave del campo. Ahora mismo falta físico, fuerza, potencia, kilómetros y jugadores que conduzcan y rompan líneas con verticalidad. También falta calidad e imaginación en la mediapunta y hombres que lleguen al gol con asiduidad, sobre todo si a la suma se le restan los once goles de Maikel Mesa, que quiere salir. Por fuera, el Zaragoza necesita de todo porque sólo tiene a Liso. Le hace falta velocidad, descaro, regate, profundidad y extremos con capacidad para producir por sí mismos, sumar asistencias y goles de tanto en cuanto.