REAL ZARAGOZA

Jair engrosa la lista de errores

El central se equivoca en las dos acciones de los dos primeros goles del Eibar, aumentando el número de fallos individuales que han costado puntos al Real Zaragoza

Jair celebra con Grau el segundo gol del Real Zaragoza al Eibar.

Jair celebra con Grau el segundo gol del Real Zaragoza al Eibar. / JAIME GALINDO

Como en Gijón pero en peor. Como cuatro de los últimos cinco goles encajados, los errores individuales volvieron a castigar a un Real Zaragoza que acabó perdiendo un partido que ganaba 2-0 al descanso y que tenía dominado hasta que Jair falló. Primero estuvo lento en el marcaje que acabó en el gol de Bautista, cinco minutos después al dejar pasar un balón claro de Matheus para Bautista que acabó en el empate de Stoichkov. El portugués se disculpó después por el error del 2-2: «Tengo que ir más contundente, no puedo dejar que ese balón se escape, es fallo mío gordo. Me tengo que poner las pilas, es un fallo gordo mío que penaliza al equipo y me disculpo por ello».

La fatalidad persigue al Real Zaragoza las últimas semanas, castigándole cuando lo hace mal y cuando lo hace bien, como ayer en la segunda parte frente al Eibar. Al equipo le falta mucho pero, cuando parece que ha encontrado su camino, se vuelve a caer, siempre víctima de errores individuales. Ayer el Eibar fue capaz de controlarlo dejando que fueran sus centrales quienes tuvieran que jugar el balón. Solo con eso el Real Zaragoza sufrió una y otra vez, incapaz de hacer llegar el balón a nadie si no era en largo, de dar dos pases seguidos, de pasar el centro del campo.

El sufrimiento duró hasta el chispazo de Maikel Mesa, que apareció por primera vez para adelantar al equipo en la primera llegada seria de la noche. Otro destello de Jair haciendo malabarismos en el área antes de dejarla de espuela para el gol de Grau puso el partido de cara para un Zaragoza que parecía recuperar su versión inicial, la de aquel inicio de temporada con el que el zaragocismo se las prometía tan felices. Dos llegadas, dos goles, máxima eficacia. Y tranquilidad para seguir creciendo. En teoría.

Tras el descanso, sí fue un equipo vertical y peligroso pero no hizo el tercero en las varias ocasiones de que dispuso y entonces ocurrió lo de siempre. Lo mismo que frente al Mirandés con el gol en propia puerta de Jair, igual que contra el Alcorcón con los fallos de Grau y de Poussin, más de lo mismo que en Gijón con ese regalo del meta francés, el más inexplicable de todos los errores de los últimos tiempos. Contra el Mirandés y el Alcorcón volaron los tres puntos, en Gijón el equipo se dejó dos en el minuto 97 tras ir ganando por 0-2 y anoche volaron otros tres de La Romareda también después de desperdiciar un 2-0.

Un elevado coste

En total son once puntos que el equipo se ha dejado por el camino en los últimos cinco partidos. Tras el pleno al quince de las cinco primeras jornadas, el Real Zaragoza solo ha sumado cinco puntos en los siguientes siete partidos. Es la tercera derrota seguida en casa, que no gana en La Romareda desde septiembre. Y la sensación de que el equipo no encuentra el camino, de que no es capaz ni de llegar a buen puerto con el viento a favor. De que los errores individuales lo estropean todo.

El equipo ha encajado once goles hasta ahora, seis de ellos han sido un regalo para los rivales, dos llegaron tras una pérdida en la salida del balón y el tercero de ayer, de una falta evitable. Nueve goles de once han sido más demérito del Zaragoza que mérito de los oponentes. Seis de los últimos siete. Así es todo mucho más difícil. Jair se sumó anoche a la larga lista de esas acciones puntuales que están penalizando al Zaragoza, que empezó como líder y que esta jornada puede salir incluso de los puestos de playoff. Ahora solo es líder en errores y calamidades. Y cuesta abajo.