“Cada campaña en EEUU es una conspiración”. La defensa de Trump niega delito en su alegato final

Los abogados del expresidente tratan de desarticular el caso en su argumento final ante el jurado

Donald Trump.

Donald Trump. / EP

Idoya Noain

No queda nada más que decir, al menos para la defensa de Donald Trump. Todd Blanche, principal abogado del republicano, ha presentado este martes por la mañana sus alegatos finales ante el jurado de siete hombres y cinco mujeres neoyorquinos que decidirán si su cliente, el primer expresidente de Estados Unidos imputado por lo penal, se convierte también en el primero condenado, una posibilidad extraordinaria y que sacudiría la campaña presidencial para noviembre, cuando Trump se medirá de nuevo con Joe Biden.

A lo largo de más de dos horas y media Blanche se ha dedicado a tratar de desmontar desde varios flancos la acusación de la fiscalía. Esa oficina que dirige Alvin Bragg tiene imputado a Trump 34 delitos, y aunque están originados por la falsificación contable para ocultar el reembolso a Michael Cohen del pago de 130.000 dólares que el entonces abogado y muñidor de Trump realizó antes de las elecciones de 2016 para silenciar a Stormy Daniels y su historia de un supuesto encuentro sexual con Trump una década antes, ven elevada su gravedad al alegarse que se hizo con intención de interferir en aquellas elecciones, que Trump acabó ganando a Hillary Clinton.

Ese es uno de los puntos centrales que ha tratado de desarticular Blanche. Y en un momento el abogado ha llegado a decir al jurado: “No importa si hubo una conspiración para intentar ganar una elección. Cada campaña en este país es una conspiración”.

Esa era la misma idea que, antes de empezar la sesión de este martes, lanzaba el propio Trump a su manera en sus habituales declaraciones en el pasillo del tribunal antes de entrar en la sala. “La interferencia electoral es perseguir al oponente político de Joe Biden porque él mismo no puede hacerlo”, decía el republicano, que definía la jornada como “un día negro para EEUU”. 

El ataque a Cohen y la duda razonable

Todos los testigos y pruebas que a lo largo de seis semanas ha presentado la fiscalía han caído bajo el martillo de Blanche. Ha atacado a Daniels, afirmando que buscaba meramente “extorsionar” a Trump. Pero, y sobre todo, ha atacado a Cohen, el testigo estrella para el caso. 

El abogado ha acusado una y otra vez a Cohen de haber mentido, incluso en su paso por el estrado en este caso. Le ha llamado el “GLOAT”, un acrónimo en inglés de “el mayor mentiroso de todos los tiempos”.Y ha dicho a los jurados que "no pueden enviar a alguien a prisión basándose en las palabras de Michael Cohen", una frase, no obstante, por la que le ha abroncado el juez Merchan y que será retirada del sumario.

Al final el abogado de Trump ha dejado al jurado con “10 razones para la duda razonable” y ha afirmado tajante: “Esto no es un referendo sobre sus opiniones del presidente Trump, no es un referendo sobre sus opciones electorales. El veredicto que intentan alcanzar tiene que ver con las pruebas presentadas. Y si se concentran solo en eso, este es un veredicto de no culpabilidad rápido y fácil”, ha dicho.

La fiscalía, la última palabra

El problema para Blanche, y para Trump, es que ese alegato y esos argumentos no son lo último que escuchará el jurado. Después de la pausa para la comida le llega el turno a la fiscalía, por la que habla Joshua Steinglass. Y será con el recuerdo de un alegato que los fiscales han anunciado que puede prolongarse durante más de cuatro horas con lo que esos 12 ciudadanos se irán a dormir antes de recibir este miércoles las últimas y trascendentales instrucciones del juez y empezar su deliberación.