Euroliga

El Real Madrid sale vivo de la encerrona de Belgrado

El equipo de Chus Mateo, pese a un inicio horroroso, gana al Partizán y fuerza el cuarto partido de la serie, en un choque sin incidentes tras la batalla campal del Wizink

Un imperial Tavares y Williams-Goss apagan el fuego en Belgrado.

Un imperial Tavares y Williams-Goss apagan el fuego en Belgrado. / EFE

Juanjo Talavante

El Real Madrid sufrió este martes para superar al Partizán en Belgrado (80-82) y mantenerse con vida en los play offs de la Euroliga. En un partido que se decidió, como el primero, en los últimos instantes del choque, y que arrancó desastrosamente para los blancos, que encajaron 32 puntos en el primer cuarto, la irrupción en escena de un colosal Tavares (26 puntos y 11 rebotes), secundado por un excepcional Williams-Goss (22 puntos), determinó el resultado final e invita a un siguiente capítulo mañana en la capital serbia.

El negro era el color de la noche en el Stark Arena de Belgrado. La escenografía del club serbio cuando anuncia a sus jugadores dibujaba una constelación de luces de móviles secundadas por espectaculares llamas de fuego. Era la invitación de la hinchada local a la batalla. La psicología trata de incidir siempre desde antes del inicio del encuentro. Si los rivales del Partizán miran a la grada sólo verán una masa negra de camisetas y bufandas. Lo cantaban los Rolling Stones en su Paint it Black. Pero en Belgrado el ritmo lo marca Obradovic.

'Basketball unites people'

Tratando de pasar página sobre la pelea acontecida en el segundo encuentro en Madrid la pasada semana, ambos equipos lucieron antes del encuentro una pancarta con el lema Basketball unites people (El baloncesto une a la gente), recibida con una gran pitada por la afición local. Pese a todo, no hubo altercados ni hubo que lamentar ningún comportamiento extradeportivo desde la grada.

El partido invitaba a la épica del Real Madrid. Sólo la victoria le servía para mantenerse con vida en esta Euroliga y seguir aspirando a lo que ningún club ha logrado hasta ahora desde que se implantó el actual formato de la competición: superar un 0-2. Los blancos siguen mirando la Final Four en el horizonte. Pero se trata de un horizonte aún lejano. Este jueves, los de Belgrado ya recuperan a Lessort, un baluarte bajo los aros, pero seguirán sin Kevin Punter, al que le resta aún un partido de sanción.

9-0 en contra en dos minutos

El juego comenzaba para los blancos con un mal presagio: una falta en ataque de Musa en la primera acción del juego. Después sendas faltas de Cornelie y Llull antes de cumplirse el primer minuto. También dos pérdidas. Primer parcial con luces rojas. 9-0 antes de los dos primeros minutos de juego. El Madrid naufragaba en un ambiente de nervios, tensión e imprecisiones, o lo que es lo mismo: la tónica de los dos primeros partidos de la serie.

El Madrid se metió en bonus con 7:53 por jugarse en el primer cuarto. Sus opciones se derretían apresuradamente. Williams-Goss anotó los dos primeros puntos para los blancos desde la línea de tiro libre. El ‘cuatro’ de emergencia, Cornelie, cometía la segunda antes de cumplirse el minuto 3 de juego, en un auténtico suma y sigue de infortunios. Una canasta de William Goss y un triple de Musa parecían despertar al Madrid de su letargo, pero se trataba de una ilusión efímera.

El equipo español seguía defendiendo mal los tiros exteriores de los serbios. Llegó entonces el déjà vu con los triples de un sorprendente Smailagic (15 puntos anoche). El Partizán firmaba un 75% tanto en tiros de dos como de tres. El saldo del primer cuarto resultaba demoledor: 32-19. Otra vez jornada de puertas abiertas en la defensa blanca.

Chacho cambia el ritmo

El segundo cuarto cambió de protagonistas y dio un vuelco a la trama. Sergio Rodríguez imprimía desde la dirección blanca más velocidad y dinamismo al ataque, pero las imprecisiones y concesiones continuaban atrás. Tras dos triples de Rudy y algunas aportaciones de Tavares el Madrid se colocó a 10 (41-31 min. 14). Fue precisamente el pívot caboverdiano del Real Madrid el que se encargó de meter al equipo en un partido que se había puesto cuesta arriba. Tras un 2+1 para el gigante blanco el marcador se situó en un 41-37 (min. 16).

Lo que había cambiado en el lado del Partizán era que los jugadores comenzaban a acusar el cansancio y les costaba más ver aro. El israelí Madar (12 puntos, seis rebotes y 3 asistencias) sustituto de Punter, cometió su tercera falta con una antideportiva sobre Musa. El rostro de Obradovic, que se desgañitaba en la banda, se tornaba de color rojizo viendo cómo los porcentajes de su equipo caían conforme avanzaban los minutos y cómo Tavares se convertía en dueño y señor del aro serbio (16 puntos y 7 rebotes antes del descanso).

Hezonja culmina la remontada

El Madrid se apoyó también en Musa y dejó la diferencia en tres puntos tras la conclusión del tercer cuarto, 48-45. Los de Chus Mateo habían cerrado la herida. Se jugaba un nuevo partido, lejos ya del fatalismo que prometía el desastroso arranque del equipo blanco.

El tercer cuarto daba comienzo con un entonado Williams-Goss anotando los primeros seis puntos del Madrid. Un triple de Hezonja situó al Madrid por delante (53-54). Obradovic había ordenado un esfuerzo extra sobre Tavares y sus pupilos lo ponían en práctica para anular la principal baza ofensiva blanca. Hezonja y William-Goss acaparaban ahora el protagonismo para los blancos, uno imponente en el rebote defensivo, el otro en ataque. Un mate descomunal de Tavares contrastaba con los erráticos intentos lejanos de Musa. El bosnio no encontraba su tono. Ambos equipos encaraban los diez últimos minutos con 63-66 en el marcador.

El partido entró en la recta final con máxima igualdad y ya con un vendaval de decisiones erróneas que se sucedían en ambos equipos. El cansancio hacía mella. La intensidad de un partido con un equipo de Obradovic en cancha es así, máxima. Los intentos de triples de un desconocido Musa cumplían a rajatabla eso de ‘no tocar el aro’. Uno tras otro.

Y en el intercambio final de golpes se consumó la victoria blanca, más agónica que épica, y con mucho que mejorar para el siguiente envite. El Partizán tuvo incluso la última posesión, tras una incomprensible pérdida de los blancos, para llevarse el partido. Pero no estaba Punter. Los blancos tendrán este jueves (20:30 horas) una nueva oportunidad de mirar el negro de las gradas del Stark Arena y de evitar que su futuro se tiña de ese color.

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80 - Partizán (32+16+15+17): Nunnally (13), Andjusic (6), Madar (12), Smailagic (15), Leday (15) -cinco inicial-, Exum (11), Avramovic (-), Koprivica (-), Papapetrou (4), Trifunovic (2), Vukcevic (2).

82 - Real Madrid (19+26+21+16): Williams-Goss (22), Llull (-), Musa (9), Cornelie (-), Tavares (26) -cinco inicial-, Hezonja (12), Randolph (1), Sergio Rodríguez (3), Rudy Fernández (6), Hanga (3).

Árbitros: Borys Ryzhyk (UKR), Mehdi Difallah (FRA) y Emin Mogulkoc (TUR). Eliminaron por faltas a Yam Madar (min.39)

Incidencias: Tercer enfrentamiento del playoff C de la Euroliga disputado en el Stark Arena de Belgrado ante 20.000 espectadores. En la previa los jugadores mostraron una pancarta en la que se leía "El baloncesto une a la gente".