Monarquía

“La ejemplaridad y la transparencia, claves del futuro del reinado de Felipe VI”

Antonio Papell presenta ´La Corona y los partidos`, una reivindicación de la Transición y un análisis del reinado de Don Juan Carlos

El rey Felipe VI y el rey emérito Juan Carlos I.

El rey Felipe VI y el rey emérito Juan Carlos I. / EMILIO NARANJO

Juan Cruz

Juan Cruz

La Transición no fue tan mala como la pintaron, sobre todo a principios de los principios del siglo XXI, algunos políticos emergentes. Al contrario, fue concebida en medio de batallas muy serias que ponían en riesgo el futuro del acuerdo nacional para acabar con las secuelas del franquismo. Esa iniciativa fue fértil y estableció un marco que ha hecho posible el periodo más largo de paz en la historia de España.

A esa conclusión llega el libro La Corona y los partidos políticosde Antonio Papell, que se presentó este miércoles en el Colegio de Ingenieros de Madrid. En la mesa se reunieron periodistas, Javier Fortes, director de La Noche en 24 horas de Televisión Española, y Albert Sáez, director de El Periódico de Cataluña, el político socialista José Luis Ábalos, exministro de Transporte del Gobierno actual, y el editor Manuel Pimentel, que ha publicado el libro en su editorial Almuzara.

Fueron los periodistas, precisamente, Fortes y Sáez, los que incidieron en el papel que, asumido en primera persona por el presidente Adolfo Suárez y por el rey Juan Carlos, dio de sí una época que, desde distintos frentes, sobre todo militares, pero no sólo, quisieron atacar hasta producir, en 1981, un golpe de Estado con el que se trataba de restaurar el franquismo.

Don Juan Carlos apoyó la acción democrática, y ese fue su mayor valor como monarca. En el último periodo de su mandato institucional su actitud personal, marcada por hechos que llenaron de vergüenza el resto de su historia, lo llevó a dejar en su hijo, en adelante Felipe VI, la responsabilidad que él había heredado primero de Franco y luego del acuerdo de las Cortes españolas.

Esa historia, que es central en el libro de Papell, periodista él mismo, colaborador del Grupo Prensa Ibérica y autor de numerosos volúmenes sobre distintos aspectos de la historia de este país, tiene un corolario. Conocidas las consecuencias que tuvo en la Monarquía española y en otras monarquías, como la griega, la falta de ejemplaridad, es pertinente decir ahora que “este jefe del Estado tiene que esmerarse en la ejemplaridad”, así como “dar los pasos necesarios hasta la completa trasparencia. Al respecto hizo Papell este otro subrayado: “Pase lo que pase el 23 de julio [por las próximas elecciones], no hay duda de que necesitaremos todos convicciones intensas y referencias de estabilidad para intentar el retorno a una moderación que algunos han perdido”.

El momento actual, dijo Papell, viene de la crisis, “una auténtica revolución”, de 2008, que hizo saltar por los aires “el modelo de partidos”, así como “el propio régimen”, que quedó en evidencia “ante una clase política que no supo prevenir, ni gestionar, ni resolver la catástrofe”. Las distintas corrupciones de los partidos que se habían alternado en el poder desde la Transición, coincidieron con el hecho de que Don Juan Carlos “perdió la patente del secreto y el escándalo”, que alcanzó identidad grave en su propia Casa, con el advenimiento del llamado Caso Nóos, protagonizado por su yerno. “Patriotas dispuestos a apagar el incendio” llevaron a convencer a Don Juan Carlos de una abdicación que en todo caso no ha podido impedir el daño al que ha sido sometida la Monarquía.

El de Papell es, dijo el editor Pimentel, “un libro oportuno desde el título; será consultado, porque ahí hay un periodista que ha estado aquí para contarlo”. Fortes, apasionado por la historia, como su padre, miembro represaliado de la Unión Militar Democrática, explicó la importancia que ha tenido para la pervivencia de la Transición el carácter democrático, y republicano, de una Monarquía que supo ver en Adolfo Suárez un garante del futuro del país en medio de enormes crisis.

Ahora se puede decir, explicó Fortes, “que el futuro es mejor que el pasado”, y eso se debe a tres personas, el Rey, Suárez y Santiago Carrillo, que lanzaron y defendieron un sistema democrático que resistió en 1981 “a una soldadesca infame”. Su colega Albert Sáez explicó el estilo del libro, debido a “un buen periodista” capaz de hacer del oficio un testimonio para la historia. Su obra “ayuda a profundizar en la cultura democrática” de este país. Porque permite distinguir la Corona (el país) del Rey (la persona) y del Reinado (lo que hay que hacer por el país). “Este libro ayuda a entender esos tres conceptos. Una mala praxis de tales elementos puso en peligro el país y ha estado a punto de cargarse la Institución”.

A los problemas que se derivan de estas conclusiones añadió el exministro Ábalos su propia visión del papel que juegan hoy, en la democracia española, los medios de comunicación. El derecho a la información no ha de ser sólo de éstos, pues se producen apropiaciones indebidas de la realidad que ponen en cuestión el carácter democrático de quienes tienen el poder de informar. En cuanto al asunto central que marcó la presentación, la vigencia de la Monarquía, Ábalos explicó hasta qué punto ha sido difícil combinar en España el descrédito de la Corona en los últimos años de Don Juan Carlos y la crisis de la representación política.

En su cierre de la conversación, el autor dijo: “En el inevitable balance que hay que hacer para ponderar los méritos y los deméritos de la institución monárquica, el saldo es positivo”. En todo caso, había dicho Albert Sáez, ahí está el libro, “una obra de periodismo hecha por un buen periodista”.