LIBROS

Rayden: "Del odio al amor no hay un paso, el antagonista del amor es el miedo"

El artista acaba de publicar su primera novela, ‘El acercamiento de la mujer cactus y el hombre globo’, que presentó en Zaragoza la semana pasada

Rayden en el Gran Hotel de Zaragoza recientemente.

Rayden en el Gran Hotel de Zaragoza recientemente. / ANDREEA VORNICU

Daniel Monserrat

Daniel Monserrat

–¿El amor es político?

–Claro, claro, en el momento en el que hay gente que tiene que defender sus derechos para amar, es político. Y decidir a quién amar aún más.

 –Es una novela con una historia de amor ‘diferente’, más que nada porque surge en la calle y no en las redes...

–Con la irrupción de las redes se ha atrofiado la capacidad de socializar y parece que el tener a tu alcance una serie de caracteres para emitir todo el rato opiniones que muchas veces esconden un "no os olvidéis de mí", produce patrones que llenan la mochila con piedras que dificultan las relaciones. Y más ahora que es más fácil echarle la culpa a la persona de enfrente que mirarnos nosotros y ver lo que está mal.

 –Esta historia de amor se aleja de la sociedad naíf que hemos creado porque no esconde las dificultades de amar...

–Esta novela parte de la torpeza, son dos personas que son amebas emocionales, que van por la vida derrapando y que colisionan en el peor día que pueden colisionar porque se refleja lo peor que tiene cada uno. Y también ocurre en la vida real, cuando te encuentras con alguien que te refleja lo peor de ti muchas veces te saca de quicio. Y es que en el fondo tienes dos opciones, o te miras dentro de ti o te cagas en la otra persona. Más allá de lo naif que puede parecer una historia de chica conoce a chico esto es chica y chico colisionan con hemorragia nasal delante y cómo tienen que romper todo lo que arrastran.

 –¿Del odio al amor hay un paso?

–No, del amor al miedo, sí. El odio lo entiendo como miedo mal gestionado, miedo edulcorado, pero creo que el antagonista del amor es el miedo.

«Cada uno de los personajes de la novela representan aristas de mi personalidad»

 –Debajo de la historia de los protagonistas conviven muchas tramas en las que vuelve a colocar lo social en el centro.

–Cada uno de los personajes representa aristas de mi personalidad. Incluso me gusta pensar que es como si yo fuese una estrella de mar de la que me he arrancado puntas y van creciendo identidades nuevas materializadas en esta novela. Pienso en gente como la abuela Concha que soy yo; políticamente incorrecto, metiéndome en todos los jardines, pero ella con la potestad que te da la senectud y estar de vuelta de todo. Sabía que este personaje me iba a dar muchas sorpresas y alegrías. Es cierto que en el momento que decidí anclar la novela cronológicamente entre mayo de 2019 y la noche de San Juan de ese año, empecé a investigar lo que ocurrió en Madrid. Y vi que hubo estas elecciones que acabaron con Carmena, esto me da pie para muchas cosas. Y decidí jugar pero al final no quería meterme en jardones sino que como tenía los personajes definidos, he dejado que me sorprendan. Y sabía que el camino de Concha tenía que transitar por la vía de cagarse en todo porque lucha por sus derechos y ve que hay otra generación que no vota, que la gente de su edad vota diferente...

Rayden, en su reciente visita a Zaragoza.

Rayden, en su reciente visita a Zaragoza. / ANDREEA VORNICU

 –¿Es una escritura compulsiva o reposada?

–Es muy pensada pero con margen, con holgura. Yo sabía dónde empezaba la novela y dónde terminaba. Hasta el penúltimo capítulo no sabía si iba a terminar bien la historia o no y era como os voy a dejar que peleéis a ver qué pasa. Cada capítulo tiene un universo y unas reglas que solo se dan ahí.

–¿Por qué tacha su nombre de la portada?

–Lo he hecho desde el primer poemario. Me parecía que mi nombre real era otra parte del espectro a conocer pero soy consciente de que tiene que salir Rayden por si alguien va a buscarlo a la librería. Pero me encantará que cada vez vaya saliendo más pequeño mi nombre. Es una forma de discutir la forma y el personaje, de mostrar otras inquietudes.

"Tachar mi nombre de la portada es una forma de discutir la forma y el personaje, de mostrar otras inquietudes"

 –¿Le dio vértigo meterse en la novela?

–Es raro porque no me daba vértigo y he encontrado por primera vez vocación por algo. Yo empecé en la música obligado por mi grupo de amigos, me dejé llevar. Pero ahora es la primera vez que he sentido vocación, de hecho, ya estoy con la segunda novela. Siempre me he metido en campos aparentemente vetados con humildad e inquietud, esto no es aprovechar ningún tirón porque sería un mal negocio hacerlo para escribir una novela de más de 350 páginas.

 –¿De dónde saca el tiempo para todo lo que hace?

–No lo sé… soy la única persona que tiene canas de alegría. Es necesario tener un nivel de autocrítica alto pero lo justo para poder materializar.

"Es una radiografía de padres ausentes, hay incluso padres que es y que es mejor que no estuviesen"

 –Habla en la novela de «la generación de padres que no saben pedir perdón ni por favor», ¿me lo explica?

–Es una radiografía de padres ausentes, hay incluso padres que es y que es mejor que no estuviesen. Sáhara (la protagonista) para mí es el miedo que tenía los primeros años de vida de mi hijo de convertirme en un padre ausente y estoy educándolo de manera diferente a lo que hizo mi padre conmigo. No quiero errar y que parezca que me duela reconocer que lo he hecho mal y acercarme como que no pasa nada, quiero romper esa educación vertical. Me gusta formar parte de mi hijo. Venimos de una generación que hemos crecido sin tener padres como referentes. Hay un momento que eres un matadioses porque muere la admiración y, al final, dices ‘bastante bien he salido, que en lugar de droga he creado universos y expresiones de arte’.

 –¿Qué es más difícil, la poesía, la música o la novela?

–Escribir novela, la poesía es algo desenfadado entendiéndolo como prosa poética. Es encontrar un hilo, tirar, un nudo, hacerlo lazo y las canciones bien. Pero la novela es arquitectura pura y que no se caigan los túneles que has hecho.

"Ahora estoy haciendo el guion de un corto y cuando tenga tiempo quiero escribir ideas para vender a plataformas de 'streaming' para series"

 –¿Se imaginaba llegar hasta aquí y tan joven?

–No, yo flipo y también me doy las palmadas necesarias pero he aprendido a no dar por hecho lo bueno que viene. Lo celebro mucho. Y quizá por eso siempre tengo tantas inquietudes por hacer cosas. Ahora estoy haciendo el guion de un corto y cuando tenga tiempo quiero escribir ideas para vender a plataformas de 'streaming' para series.

 –Solo le falta pintar...

–De pequeño pintaba mejor, ahora lo intento pero no… Bueno, lo intenté una vez y la gente me dijo, "no eres una persona del renacimiento", déjalo estar. 

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