PROYECTO ESTRATÉGICO PARA LA CIUDAD

¿Y esto quién lo paga?: Todas las claves para financiar La Romareda

Las opciones legales para rescatar el proyecto recuperan las viejas fórmulas de financiación fracasadas

El aval público no se descarta

La alcaldesa Natalia Chueca y el edil de Urbanismo, Víctor Serrano, ayer antes de comparecer. | AYUNTAMIENTO DE ZARAGOZA

La alcaldesa Natalia Chueca y el edil de Urbanismo, Víctor Serrano, ayer antes de comparecer. | AYUNTAMIENTO DE ZARAGOZA / D. L. G.

David López

David López

¿Y esto cómo se paga? La eterna pregunta que siempre ha cuestionado y hecho naufragar los proyectos anteriores para construir una nueva Romareda para el Real Zaragoza vuelve a sobrevolar el cielo de Zaragoza, ahora cargado de nubarrones cuando todo eran días soleados y de sonrisas en la planta noble de la casa consistorial. La razón, más allá de tener que declarar desierto hoy el concurso público que parecía «encarrilado» con el club, es tener que sondear las viejas fórmulas del pasado referidas a la financiación de las obras. Ahora que no habrá dinero de entidades financieras o fondos externos, urge una respuesta rápida condicionada por un contexto en el que los plazos son ajustados e influirán obligatoriamente en la toma de decisiones.

Fuentes consultadas por este diario explicaron que la intención inicial es despejar cualquier atisbo de alarma. Que el arquitecto César Azcárate e Idom van a seguir trabajando en los proyectos constructivos que iban a tener que presentar antes de julio de 2024, que la FIFA no resolverá hasta finales de 2024 quién organiza el Mundial de 2030 y que la Federación Española de Fútbol, que tiene pendiente hacer la criba entre las subsedes que se postulan, tampoco está para tirar cohetes tras el escándalo con su ya expresidente Luis Rubiales. Así que se puede seguir trabajando para minimizar los plazos de presentación de proyectos y, objetivamente, hay como nueve meses de margen para arreglar este escollo con una solución que, en muchas casos, pasan por una nueva licitación. Pero no todos.

Una de las alternativas que no sería la de ofrecer un aval público, bien del Ayuntamiento de Zaragoza o del Gobierno de Aragón. Una decisión política de envergadura por el enorme riesgo económico que supone para la Administración que estampe su firma en una operación financiera entre entidades privadas. No sería la primera vez que se hace en Aragón (nunca por estos condicionantes de inseguridad jurídica ni por esta cuantía) pero sortearía los obligados plazos de un concurso público (siempre entre tres y seis meses), la espada de Damócles que pesa más en esta carrera contra el reloj emprendida ayer por el ayuntamiento para rescatar el proyecto.

Otra opción que está sobre la mesa la apuntaba ayer mismo la alcaldesa de Zaragoza al hacer un llamamiento público a la colaboración institucional del Gobierno de Aragón y de España, de la Diputación de Zaragoza... y sentarse a hablar con el club. Una sociedad mixta de manual que en Zaragoza ya ha permitido ejecutar grandes objetivos como la línea 1 del tranvía. ¿El problema? Que entrar en el accionariado de una entidad público-privada le obliga también a aportar al capital social de la misma, ya sea con dinero o en especie, y ya sabe bien la ciudad de qué se habla siempre que toca pagar en especie: suelo para construir pisos u oficinas que ayuden a cofinanciar la operación.

Aún así, llegados a este punto y con un margen de maniobra tan estrecho, ya nadie es capaz de decir aquello de que de esta agua no beberé. Pero vuelve el cántaro a la fuente de otros modelos que fracasaron en el pasado. Así fueron cayendo uno tras otro los proyectos del nuevo estadio en Valdespartera, en San José o en los propios suelos de La Romareda en Universidad. Porque es una decisión difícil.

Sin embargo, los plazos son los que son y las expectativas generadas son elevadísimas. No tener estadio supone no tener Mundial en Zaragoza. Y eso, en un contexto político de gobierno monocolor en el Pignatelli y en la plaza del Pilar, aprieta y mucho a sus titulares. Más aún cuando el zaragocista ya tiene una imagen a la que aferrarse, la infografía que exhibió el propio club en plena carrera electoral del 28M.