Una exposición urbana rememora en Independencia los oficios femeninos ya desaparecidos

Verdulera, ama de cría (nodriza), taquimecanógrafa o telefonista. Son algunas de los trabajos ya desaparecidos que desempeñaban exclusivamente las mujeres. Quienes quieran conocer y rememorar ese pasado casi olvidado pueden hacerlo ahora dándose una vuelta por el zaragozano paseo de la Independencia, donde podrán contemplar desde este miércoles la exposición urbana titulada 'Las mujeres que fuimos. Oficios femeninos que ya no existen', cuya inauguración se hizo coincidir con el Día Internacional de la Mujer.

La muestra al aire libre, comisariada por la periodista Marian Rebolledo, hace un repaso por el mundo del trabajo femenino, que históricamente ha sido de peor calidad y ha estado peor remunerado que el de los hombres. Una mirada al pasado recopilada con maestría a través de 24 paneles con un diseño muy llamativo, obra de Estudio Novo (Ana Bendicho y Patricia Peralta).

La vicealcaldesa del Ayuntamiento de Zaragoza, Sara Fernández, destacó que la muestra «reivindica el papel tan importante que han tenido las mujeres en la sociedad, en este caso a nivel laboral, a nivel económico y a nivel también del hogar». «Fueron –añadió– trabajos denostados en su momento, olvidados muchísimas veces, pero que eran imprescindibles para que funcionaran las familias, los hogares y la economía española».

El recorrido por oficios que ya no existen, se inicia con trabajos como los de lavanderas o amas de cría, pasando por el de sirvientas de antaño, modistas –chalequeras, pantaloneras, corseteras-, o lecheras y verduleras.

También tienen su sitio profesiones como las de acomodadoras y taquilleras de cine, vendedoras de pipas o cigarreras. Un lugar especial ocupan las denominadas reinas de varietés, mujeres que trabajaron en cabarés y salas de fiesta en Zaragoza, de las que hubo tantas, y que han llegado a la jubilación, en algunos casos, «en condiciones muy precarias». «La vedette Lita Claver (La Maña) se llevó una desagradable sorpresa al quedarse con una pensión de apenas 700 euros», recordó Rebolledo.

La comisaria de la exposición explicó que «no solamente son oficios que explotaban a la mujer, hay otros que la ayudaban a empoderarse», como los de taquimecanógrafas o los de telefonistas, empleos de calidad y que estaban bien considerados en la sociedad. «Había un montón de oficios que tenía rostro femenino y no tienen por qué tener una connotación peyorativa», explicó. «Las heroínas de hoy las tenemos alrededor: sólo tenemos que preguntarles a ellas, a nuestras madres, a nuestras abuelas, nos van a contar situaciones que nos ponen los pelos de punta», remarcó.

Para conocer más historias y testimonios de los oficios femeninos y mujeres trabajadoras, Rebolledo ha habilitado un email (lasmujeresquefuimos@gmail.com). «De aquí saldrá un libro», aseveró.