Problema de salud pública

El 70% del pollo de una gran cadena de supermercados está contaminado con bacterias resistentes, según el Observatorio de Bienestar Animal

El 38% de las muestras analizadas presentan listeria y el 83% patógenos diarreicos como E.coli y Campylobacter

Un hombre compra pollo en el supermercado.

Un hombre compra pollo en el supermercado. / Shutterstock

Patricia Martín

Un análisis microbiológico a escala europea, impulsado por varias entidades animalistas, entre ellas el Observatorio de Bienestar Animal (OBA), indica que más del 70% de la carne de pollo que se vende en Lidl contiene bacterias resistentes a los antibióticos. Además, el 38% de las muestras analizadas presentan listeria y el 83% patógenos diarreicos como E.coli y Campylobacter. Según OBA, la alerta ha sido puesta en conocimiento de los Ministerios de Consumo Agricultura.

No obstante, Lidl niega la acusación y dice contar con certificados de análisis realizados por la propia cadena de supermercados y por sus proveedores, que "contradicen categóricamente la información del estudio".

La entidad animalista, por su parte, indica que sus análisis han sido llevados a cabo por un laboratorio alemán, acreditado por el organismo germano DAkks y situado en Colonia, que ha analizado las bacterias más importantes asociadas a las infecciones transmitidas por los alimentos en 142 productos de la marca propia de Lidl, que se venden en 22 establecimientos situados en España, Alemania, Italia, Gran Bretaña y Polonia.

Los productos españoles analizados son los siguientes: 'alitas de pollo partidas sin punta', 'jamoncitos de pollo', 'cuarto trasero de pollo', 'canal de pollo' y 'pechuga de pollo' y fueron adquiridos en Madrid, Valencia y Barcelona, según la información transmitida por OBA. El resultado de su análisis microbiológico revela que 17 de las 24 muestras españolas, un 71%, estaban contaminadas con bacterias resistentes a los antibióticos, frente a un tercio de los productos en Alemania o un 58% en Reino Unido. Estos gérmenes pueden causar infecciones del tracto urinario, neumonía o septicemia y la resistencia a los antibióticos es un problema de salud de primera magnitud, que causa alrededor de 35.000 muertes al año solo en Europa..

Patógenos

El estudio también revela la presencia de patógenos que causan diarrea. En concreto, se ha detectado que el 83% de la carne de pollo de Lidl España contiene Campylobacter, que puede causar desde una infección asintomática, pasando por una diarrea grave con fiebre y síntomas generales de enfermedad, hasta enfermedades secundarias como inflamación de las articulaciones y signos generalizados de parálisis o síndrome de Guillain-Barrée.

Asimismo, el 83% de las muestras españolas contienen Escherichia coli y un 38% Enterococci. El primer patógeno puede provocar diarrea o infecciones urinarias, pero con la posibilidad de intoxicación sanguínea. Los Enterococci pueden causar infecciones crónicas de las vías urinarias. Y si estos gérmenes son multirresistentes, los antibióticos estándar no sirven para tratar estas patologías.

El laboratorio también detectó Listeria monocytogenes en el 38% de los productos en España, que puede causar daños graves en bebés no nacidos, incluyendo abortos espontáneos; y en personas con defensas inmunológicas debilitadas, "puede llevar a enfermedades graves", según destaca la oenegé.

Denuncia

El Observatorio de Bienestar Animal asegura que ha trasladado estos hallazgos a los Ministerios de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 y al de Agricultura, Pesca y Alimentación, solicitando que se investigue la presencia microbiológica de gérmenes resistentes a los antibióticos y otros patógenos con potencial afectación a la salud pública en la carne de pollo que se vende en Lidl y que se emita un informe público al respecto.

El consumo de carne contaminada no produce inmediatamente una enfermedad, pero "existe el riesgo de que los gérmenes se transmitan a los humanos si la carne no se prepara adecuadamente", según explica la doctora Imke Lührs, especialista en medicina interna y exasesora en el Bundestag, según las declaraciones incluidas en el comunicado difundido por OBA. "En el caso de circunstancias desafortunadas, como enfermedades preexistentes, administración de antibióticos por otras razones, una lesión o una operación [el consumo de gérmenes a través de la carne], pueden convertirse en una amenaza seria para la salud”, avisa la especialista.

Granjas del terror

Julia Elizalde, mánager de campañas del Observatorio de Bienestar Animal (OBA), achaca el problema a que algunos de los proveedores de Lidl crían "pollos hacinados entre excrementos, lo que supone un paraíso para la propagación de patógenos". Su reflexión viene motivada en que OBA ha destapado, recientemente, una 'granja del terror' en Burgos –donde se crían cerdos con malformaciones y se maltrata a los animales– que, según la entidad animalista, está vinculada a un proveedor que suministra embutido a Lidl. Y hace un par de años la entidad denunció a varias granjas donde se maltrata a los pollos, también presuntamente vinculadas con la cadena de supermercados.

No obstante, Lidl niega las acusaciones. La cadena de supermercados considera que el nuevo estudio es una "acción para desprestigiar la imagen de la empresa con información falsa y/o no contrastada", teniendo en cuenta que "los artículos supuestamente analizados son producidos por proveedores que suministran carne de pollo a una gran mayoría de las cadenas de distribución españolas".

Asimismo, Lidl recalca que "las bacterias que la carne de pollo pueda contener no son consecuencia del método de cría de nuestros proveedores en particular, sino que representan un reto general para toda la industria de la carne avícola".