Educación

La guerra analógica-digital afecta a los más pequeños

Los expertos alertan del peligro del uso de las pantallas, que llegan a las aulas de los colegios en detrimento de los libros de texto

Vuelta a las aulas 8 Varios menores realizan un ejercicio en clase, en una imagen de archivo. | GOBIERNO DE ARAGÓN

Vuelta a las aulas 8 Varios menores realizan un ejercicio en clase, en una imagen de archivo. | GOBIERNO DE ARAGÓN / judit macarro

Judit Macarro

Judit Macarro

Las nuevas tecnologías lo han revolucionado todo, hasta la forma de enseñar en las aulas. Cada día están más de moda plataformas como Clasroom o Moodlee, en las que los estudiantes tienen a su disposición todos los materiales necesarios para sus estudios. Es una nueva enseñanza digital que tiene todo tipo de ventajas: desde lo económico, en cuanto al gasto que se eliminan las familias al no comprar libros de texto, hasta la comodidad que obtienen los alumnos, al no tener que cargar con el peso de los apuntes.

Pero, ¿es saludable que los niños pasen tantas horas frente a una pantalla? Para Mónica González Trigo, coach infantil y psicopedagoga en Zaragoza, si nos referimos a los alumnos de escuela infantil de 0 a 6 años, lo correcto sería que no tuvieran pantallas a la hora del aprendizaje. "Pueden utilizar otros tipos de recursos y herramientas que sean más concretos y les favorecieran mejor su entendimiento". Porque al usar las pantallas el funcionamiento del cerebro no es el mismo, "se distrae", asegura González.

Con el movimiento, los colores y el sonido que transmiten los ordenadores y las tablets se pierde el entrenamiento de la atención, concentración y memoria que tanto se necesita para aprender. Por lo que, aunque lo digital es más económico para los bolsillos, a la hora hablar de formación educativa en niños lo barato sale caro.

Además, todo lo que se puede subrayar, marcar o escribir en el papel son detalles que se pierden "aporreando teclas", señala la psicopedagoga. Pero las diferencias no acaban aquí. Cuando los niños estudian en papel o en ordenador, utilizan funciones del cerebro distintas, por lo que los aprendizajes también son distintos. Según González, en lo digital se escribe apoyando los dedos en unas teclas que ya tienen dibujada las letras, por lo que los niños no las buscan en sus cerebros. "Es un trabajo autónomo y monótono", asegura. Sin embargo, cuando se escribe a mano hay una activación cerebral. "Hay más conexiones entre ambos hemisferios del cerebro y buscan ese hueco donde tienen la imagen mental, esa información de cómo se dibuja la letra que necesito y lo encuentro bien" explica la coach infantil. O dicho de otro modo, cuando escribimos a mano nuestro cerebro busca información, soluciones y toma decisiones.

Por lo tanto, sobre la temprana exposición a los pequeños a las pantallas los expertos alertan del peligro no solo a nivel cognitivo y de aprendizaje, si no por la dependencia que generan este tipo de dispositivos en los niños.

"Al final los estudiantes acaban haciendo un mal uso de estas herramientas, porque tienen al alcance de la mano las redes sociales", apunta González. Por lo que lo que parecía un avance para el aprendizaje y el estudio de los hijos acaba siendo "un enemigo en los hogares".