La actualidad del Real Zaragoza

Derrota de buen sabor

El Reims impone su poderío físico para remontar a un Zaragoza espléndido en la primera parte, en la que mereció mayor renta que el gol de Toni Moya

Azón gana un balón aéreo ante los centrales del Reims.

Azón gana un balón aéreo ante los centrales del Reims. / IVÁN J. URQUÍZAR

El Real Zaragoza cayó (1-2) ante el Stade de Reims en un partido en el que le plantó más que cara en la primera mitad, ya que mereció irse con más ventaja en el marcador que el gol de falta, precioso, de Toni Moya, pero en la segunda el mayor poderío físico del equipo galo, un bloque mucho más hecho también en su construcción, se acabó por imponer para que el conjunto de Escribá doblara la rodilla y perdiera su primera cita del verano. Con todo, la imagen en la primera parte dejó claro que este Zaragoza desprende buen aroma, pero acusó haber jugado el viernes, mientras que su enemigo no lo hacía desde el miércoles. 

Ese cansancio que pasó factura puso la nota negativa de un encuentro que enseñó notas muy positivas en el primer acto, la capacidad en las bandas de Liso y Cuenca, el buen trabajo en la presión de Azón, pese a fallar un penalti, y de Enrich y la capacidad en el balón parado de Moya, luego lesionado en el tobillo.

Salió el Real Zaragoza con un 4-4-2 típico de Escribá, con Azón y Enrich de referencias y con extremos abiertos, Cuenca a la derecha y Liso a la izquierda, para que en la sala de máquinas se ubicaran Grau y Moya y Borge fuera la pareja de Jair en el eje ante un Stade de Reims que venía de dominar y ganar bien al Getafe, sin su estrella, Ito, pero con un once muy físico y Oumar Diakité de referencia en un 4-1-4-1 en fase defensiva.

Y el Zaragoza, quizá por las referencias que llegaban, salió a esperar, algo amedrentado y a sentirse dominado y Khadra tras una jugada de Munetsi remató para que el balón diera en Borge. Fue un espejismo y Cristian empezó a ver muy poco peligro en su portería. El Zaragoza se comenzó a sentir cómodo, ajustó la presión y los mecanismos defensivos y sobre todo abrió caminos hacia la portería de Diouf con las entradas por banda y la capacidad de brega y de aguantar el balón de Iván Azón y Sergi Enrich.

Gol y lesión de Toni Moya

Un centro de Luna que cabeceó Azón a los 6 minutos dejó en claro que el equipo iba a más. El ‘9’ provocó un penalti por mano de un defensa, pero describió en demasía el lanzamiento, que rechazó el meta. A esas alturas, el Zaragoza era ya mucho mejor que su rival, que solo tenía un dominio ficticio. 

Cuenca hacía cada vez más daño por la banda derecha, Moya rozó el gol en un robo de Iván y también la tuvo Luna tras ganar de cabeza Enrich. El Zaragoza, en su zona ofensiva, era un dolor para el rival. La guinda la puso Toni Moya, un especialista en la estrategia, con muy buen pie, y que mandó una falta perfecta para que Doiuf hiciera la estatua pasada la media hora en el 1-0.

Pudo ampliar esa renta, con varias cabalgadas de Liso y Cuenca, y sobre todo en un córner lanzado por Moya y cabeceado por Azón que dio en el larguero y en una falta con el mismo cartero que tuvo el remate de Sergi Enrich. El balear, un maestro en aguantar el balón, aún tendría otra en un centro de Cuenca, pero su balón se fue fuera. Y mientras, del Reims de Will Still, de un equipo de la Ligue 1, muy pocas noticias, un envío de Foket y una acción de Diakite neutralizada por Cristian y poco más para que al descanso el marcador fuera muy corto.

Con Maikel Mesa por Enrich en el único cambio al descanso, el Reims sí movió el banquillo con hasta siete relevos y la segunda parte empezó con claro color francés, con un gol en un desajuste defensivo de Ibrahima Diakité en el 48 y sin que el Zaragoza encontrara respiro con la movilidad de Doumbia, Atangana o Diakhon. Sin embargo, el equipo de Escribá volvió a serenarse como en el primer acto y equilibró fueras. El técnico cambió todo el frente de ataque con las entradas de Cortés, Puche y Bakis y la lesión en el tobillo izquierdo de Toni Moya provocó la entrada anticipada de Francho.

Cambios y mal final

El partido empezó a decaer en, sin jugadas de peligro y con los dos equipos manteniendo la intensidad defensiva y con más cambios en ambos, ya que Escribá dio pausa a los laterales volviendo a ubicar a Juan Sebastián en la zona izquierda y dando entrada a Fran Gámez. El Stade de Reims tenía más el balón, pero no encontraba con tanta facilidad huecos en la defensa zaragocista como al inicio de la segunda parte y hasta Puche tuvo un remate claro que le salió muy flojo para que atrapara el meta del Reims.

Sin embargo, en el 87, un desajuste defensivo terminó en un balón que Touré remató ajustado al palo para terminar de dar la vuelta al resultado y provocar la primera derrota de esta pretemporada. Todavía pudo aumentar el marcador el conjunto francés, pero Diakhon remató mal y Doumbia no ganó el mano a mano ante Cristian para que el marcador ya no se moviera con un Zaragoza agotado en los últimos instantes del duelo y llegara una derrota con buen sabor, que a veces hasta las hay. 

Ficha técnica

Real Zaragoza: Cristian Álvarez; Marcos Luna (Fran Gámez, 74), Borge (Lluís López, 83), Jair, Nieto (Juan Sebastián, 74); Jaume Grau, Toni Moya (Francho, 66); Marcos Cuenca (Cortés, 62), Adrián Liso (Puche, 62); Enrich (Maikel Mesa, 46), Azón (Bakis, 62).

Stade de Reims: Diouf (Olliero, 74); Foket (I. Diakité, 46), Abdelhamid (Fall, 59), Agbadou, Esbrand (Koudou, 46); Matusiwa (Touré, 46), Cajuste (Doumbia, 46), Khadra (Diakhon, 46); Munetsi (Lopy, 46), Flips, (Sekongo, 59) O. Diakité (Atangana, 46).

Goles: 1-0, m.32: Toni Moya. 1-1, m.48: Ibrahima Diakité. 1-2, m.87: Touré.

Árbitro: Sánchez López (Comité Murciano).

Incidencias: Partido en Pinatar Arena ante unos 700 espectadores.