La crónica del Casademont-Araski de Copa: semifinalistas a lo grande (71-50)

Semifinalistas. Primera alegría, primera fiesta en el pabellón Príncipe Felipe, que ha cantado y coreado a sus jugadoras, a este Casademont Zaragoza que parece no tener límites. El equipo aragonés ha superado con más claridad de la esperada al Araski en los cuartos de final (71-50) de la Copa de la Reina y este sábado peleará por estar en la gran final frente al Valencia de Cristina Ouviña, que se ha deshecho del Estudiantes.

El Casademont ha dominado el partido de principio a fin, no ha sucumbido a ningún tipo de presión, tenía muy claro su plan y lo ha ejecutado a la perfección. Con una defensa excelsa toda la noche y apoyado en sus dos pilares ofensivos, Gatling (19 puntos) y Fiebich (17), apenas ha dado opciones a un peleón Araski con ventajas de hasta 20 puntos muy pronto. Las vitorianas han querido engancharse, pelear, nadie viene a una Copa de paseo, pero el Casademont no le ha dejado. Esta es su Copa y han querido demostrarlo desde el primer día.

Es un hito más de este club en sus tres años de apuesta por el baloncesto femenino. Su primera semifinal en su segunda participación copera. Será la séptima vez que un equipo de la capital aragonesa esté en la antesala de la final, después de las dos del Banco Zaragozano, las tres del Mann Filter como Club Deportivo Basket Zaragoza y la del Mann Filter Stadium Casablanca en 2018, la última edición que se disputó en el Príncipe Felipe. La historia espera a este Casademont Zaragoza que, pase lo que pase, ha vuelto a ganarse a toda una ciudad, a todo un pabellón que disfruta con ellas cada día.

Un inicio fulgurante

Comenzó el partido con este quinteto inicial por parte de las rojillas: Mariona, Oma, Fiebich, Gimeno y Gatling. Con un gran ambiente en las gradas, el partido ha comenzado con los típicos minutos de tanteo en los que a ambos les ha costado anotar, pero el Casademont ha hecho gala de una gran intensidad defensiva que ha provocado las pérdidas de su rival. En cuanto ha encontrado el camino al aro sobre todo a través de Fiebich y Gatling, ha logrado una primera ventaja significativa (15-3, min. 6) que ha encendido aún más al público. Las rotaciones no han rebajado la intensidad aragonesa, esa que ya es marca de la casa y el equipo de Carlos Cantero ha cerrado el primer cuarto con ventaja (17-6).

La defensa ha continuado siendo la base del juego del Casademont, que además encuentra bien a Gatling cerca del aro y a Fiebich por fuera, mientras que Tate va fabricándose sus puntos. Al Araski le está costando un mundo llegar al aro rival y en quince minutos de juego solo ha podido anotar diez puntos. Así, el conjunto local ha ido tomando distancia (29-10, min. 15) con las ideas claras y bien ejecutadas. El tiempo muerto del Araski no cambiaba las cosas para el conjunto vitoriano, con un Casademont provocando continuamente sus errores y castigándolos a la contra (31-10, min. 16). Cantero va refrescando al equipo con las rotaciones para mantener la intensidad para llegar al descanso con 34-18, después de que el Araski lograra un par de triples al final del segundo cuarto.

Un parcial demoledor

Esa ha sido también la dinámica del inicio del tercer cuarto, con un Araski mucho más acertado y un Casademont al que se le resistían los puntos. Así el colchón se ha ido reduciendo a base de triples, hasta que Carlos Cantero ha tenido que pararlo con menos de diez puntos de ventaja (37-29, min. 24). El cuadro vitoriano ha demostrado su gran capacidad para agarrarse a los partidos y pelear hasta el final. El tiempo de Cantero ha surtido efecto y el Casademont ha firmado un parcial de 16-0, sí, 16-0, que volvía a disparar la ventaja por encima de la veintena y a obligar al Araski a parar de nuevo el partido (53-29, min. 7). El conjunto vitoriano ha podido frenar la sangría, pero no bajar de los veinte de desventaja (53-43).

Las aragonesas, muy concentradas, no han dejado que el Araski creyera, por mucho que lo hayan intentado. El equipo aragonés estaba muy seguro de sí mismo y la ventaja amasada le permitía jugar con más tranquilidad. Además, con Atkinson bien controlada en el rival y Fiebich imparable desde la línea de tres (solo ha fallado su sexto lanzamiento), la diferencia no peligraba (60-43, min. 35). Así que de ahí hasta el final solo fue una cuenta atrás para que el Príncipe Felipe viviera su primera fiesta. Ha habido tiempo hasta para que debutara Davinia Ángel y Leyre Urdiain, mientras la grada iba aplaudiendo y agradeciendo el trabajo a todas las que se sentaban.