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La Semana Santa, el rayo de esperanza del esquí para salvar la temporada

El adelanto de la festividad este año en el calendario favorece al sector, que sigue pidiendo frío y nevadas

Los empresarios de Teruel prefieren un clima suave para que sus previsiones de lleno se hagan realidad

Panorámica de la estación de Cerler en la que se aprecia la falta de nieve

Panorámica de la estación de Cerler en la que se aprecia la falta de nieve / Aramón

Arturo Pola

Arturo Pola

Que la campaña de la nieve no va ser la soñada para los empresarios del sector es algo que se sabe ya desde hace semanas. La falta de precipitaciones y, sobre todo, las altas temperaturas que han tenido los valles del Pirineo durante todo el invierno han provocado el retraso en el pistoletazo de salida, limitaciones en los kilómetros esquiables de las pistas y en muchas ocasiones más cancelaciones que reservas. Un panorama ante el que solo una buena dosis de fe en un clima favorable y la Semana Santa como traca final permita al menos acabar la temporada de una manera «digna».

Así lo asegura Anabel Costas, vicepresidenta de la Asociación de Hostelería y Turismo de Huesca y Provincia, que confiesa las dificultades por la que está atravesando el turismo en unos meses en el Altoaragón que todo parece indicar que van a dejar unas cifras económicas muy lejos de las esperadas. «Necesitamos acabar de la mejor manera posible y aprovechar la nieve que haya hasta el último momento», reflexiona. Para ello, como muchos de sus compañeros, mira casi con desesperación al cielo. «Espero que haga frío y que la gente no cambie ya a final de marzo la playa por la montaña. Por suerte la Semana Santa este año se adelanta», subraya Costas.

Las nevadas del pasado fin de semana han dado algo de respiro a los empresarios del Pirineo. Luis Terrén, alcalde de Villanúa y presidente de la Asociación Turística Valle del Aragón, afirma que esta semana está siendo la más «fuerte» hasta la fecha. Pero las temperaturas en los últimos días han vuelto a subir en la «atípica temporada». Mirando al futuro próximo, Terrén considera que todavía se está a tiempo de que el calificativo para definir la campaña invernal pase por lo menos de «malo a menos malo». «La Semana Santa estoy seguro de que será buena, haya o no haya nieve. El valle del Aragón tiene otras muchas ofertas turísticas y confío en que estaremos llenos», apunta.

Cara y cruz

No se muestra tan optimista, por contra, José Manuel Ciria, el presidente de la Asociación Turística y Empresarial Valle de Benasque. El aragonés, que asegura estar viviendo el invierno «con menos nieve desde hace 34 años que tengo un hotel», relata lo floja que está siendo la campaña. «No se acerca ni de lejos ni a la del pasado año. Febrero debe ser el agosto de la nieve y tampoco está siendo así. El ambiente se ha perdido casi por completo», lamenta Ciria. El empresario también ve la Semana Santa como la vía de salvación del invierno. «Por días, cae en una fecha redonda para nosotros», asegura. «Espero que el tiempo acompañe y al final podamos por lo menos no perder dinero y acabar ‘empatados’»,

 Si en el Altoragón esperan que el frío continúe en Semana Santa, precisamente lo contrario desean en tierras turolenses. Por la incomparable tradición y la expectación que genera la Ruta del Tambor y el Bombo en la provincia, el lleno hasta la bandera está prácticamente garantizado a no ser que algún fenómeno sea capaz de estropear esas previsiones. Para Roche Murciano, presidente de la Asociación Provincial de Empresarios Turísticos de Teruel, el más peligroso para ellos es precisamente el clima. «Espero que no nos perjudique y no nos haga mucho frío», analiza, apuntando al adelanto en la celebración de la Semana Santa. «Es nuestro mejor puente del año con diferencia y, si no pasa nada raro, lo volverá a ser», subraya sin titubeos.

Los tambores volverán a ser protagonistas en tierras turolenses.

Los tambores volverán a ser protagonistas en tierras turolenses. / Toni Galám/ Agencias

El representante de los empresarios indica que el número de reservas ya es muy elevado. «Los días centrales se llenarán seguro. Si no hay cancelaciones por el clima, los hoteles estarán completos y la restauración doblará o triplicará sus servicios», explica Roche Murciano, que asegura que la capital turolense, que ya está viviendo estos días un ambiente «excelente» con la celebración de las Bodas de Isabel, compartirá protagonismo con las comarcas, en especial con la del Bajo Aragón y la del Matarraña, a la que considera «la comarca de moda». 

En otros lugares de la provincia de Teruel, como los alrededores de Andorra o Albarracín, las reservas van más despacio, pero Murciano asegura que también presentarán «un gran aspecto». La ocupación en la comarca de Gúdar- Javalambre, a su juicio, dependerá de la nieve.

No obstante, aunque las previsiones apuntan a otro lleno hasta la bandera, el presidente de la Asociación Provincial de Empresarios Turísticos de Teruel considera que es todavía, a falta de más de un mes, muy pronto para hacer un análisis «más profundo, aunque somos realmente optimistas». 

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