AUGE DE LOS 'DATA CENTERS'

Aragón se convierte en el paraíso de las 'nubes'

La comunidad se posiciona como destino clave de los centros de datos por las ventajas que ofrece en energías renovables, conectividad con redes de fibra, suelo asequible y agua

Vista aérea del polígono de El Burgo de Ebro donde se ubica un centro de datos de Amazon Web Services (AWS).

Vista aérea del polígono de El Burgo de Ebro donde se ubica un centro de datos de Amazon Web Services (AWS). / EL PERIÓDICO

Aragón se ha convertido en destino preferente para los centros de datos, grandes instalaciones físicas que hacen posible el cloud computing o computación en la nube. Se trata de la tecnología que permite el acceso remoto a softwares, procesamiento de datos y almacenamiento de archivos a través de internet, sin la cual no sería posible la informática empresarial. Tras la apuesta de Microsoft por ubicar aquí tres de estos almacenes, que se suma a la decisión análoga que tomó hace ya cuatro año Amazon Web Services (AWS), la comunidad emerge como un gran hub de estas infraestructuras estratégicas no solo en España, sino también a nivel europeo. Todo ello con el reto de no ser un mero contenedor sino de aprovechar la coyuntura para posicionarse en la vanguardia digital.

La razón por la que ambos gigantes tecnológicos han elegido este territorio es porque cuenta con los ingredientes esenciales que requieren estos sofisticados complejos. Unos mimbres que llevan a los expertos del sector a vaticinar el desembarco de nuevos data centers por estos lares. El polvo, niebla, viento y sol que cantaba Labordeta apunta algunas de las claves que hacen que esta sea una tierra idónea para estos despliegues. La abundancia de energías renovables, la disponibilidad de grandes porciones de suelo industrial a precios competitivos y la buena conectividad a nivel de redes de fibra óptica y comunicaciones son tres de las grandes fortalezas.

«Tiene todos los elementos imprescindibles para el desarrollo de una industria esencial para la descarbonización y digitalización de la economía», corrobora Manuel Giménez, director ejecutivo de la patronal española de data centers, de la que forman parte más de un centenar de empresas, entre ellas AWS.

Entre esos puntos fuertes destaca la «excelente conectividad» de la que goza Zaragoza y su entorno, en el cruce de las redes troncales de fibra que atraviesan España, pero además «conecta muy bien» con las regiones que enlazan internet con el exterior como Cataluña, País Vasco y Comunidad Valenciana, estas dos últimas con cables submarinos. 

Mayor potencial de desarrollo y producción de renovables

Ser uno de los territorios con mayor potencial de desarrollo y producción de las renovables -tanto eólica como fotovoltaica- es otro «factor determinante». Los centros de datos son «nativos sostenibles», señala Giménez. Las operadores se marcan la exigencia de compensar su consumo energético con producción de origen verde.

Que Aragón «haya convencido a dos de los grandes operadores mundiales del sector» es también mérito, a su juicio, de una Administración autonómica «que con independencia del signo político es consciente de la importancia que tiene esta industria», poniendo para ello todas las facilidades para captar estas inversiones millonarias. En este sentido, no aprecia contraindicaciones y problemas de competencia en el hecho de que estos dos gigantes de la nube sean vecinos con sus centros de datos. Todo lo contrario. «La conectividad se favorece cuanta mayor es el número actores en un mismo espacio», afirma. Este es el motivo que ha llevado a que Madrid, añade, sea líder en este sector por el efecto clúster que se genera. 

Existe cierta controversia sobre los beneficios que deja en el territorio este tipo de plantas, que tienen un ingente consumo de luz y agua. Desde Spain DC no tienen dudas sobre su efecto multiplicador y el ecosistema de empresas y talento que generan allí donde se implantan. Ahora bien, Giménez reconoce que sus frutos no se recogen «de forma inmediata». «Es prematuro observar el impacto enormemente positivo de este tipo de operadores», concluye en alusión a los tres centros de datos de AWS que se pusieron en marcha en Aragón hace casi un año, pero garantiza que «el efecto tractor» va a ser muy visible con el paso de los años.