Sostenibilidad en el mundo del hosting: cómo reducir la huella de carbono de tu web

En los últimos años, el sector del hosting web ha experimentado un cambio significativo, ante la creciente demanda de proveedoras que proporcionen servicios de hosting verde.

Miguel Alayón, responsable de la gestión de los Centros de Datos de Dinahosting

Miguel Alayón, responsable de la gestión de los Centros de Datos de Dinahosting / D. R.

Ver un vídeo en directo en una red social, hacer una búsqueda en el navegador, enviar un correo electrónico o almacenar archivos en la nube, son ejemplos de acciones que, multiplicadas por millones de usuarios en todo el mundo, conllevan un importantísimo gasto energético y derivan en un creciente volumen de emisiones de CO₂ a la atmósfera. Según datos facilitados por Greenpeace, el uso de Internet consume ya el 7 % de la energía mundial, y se estima que una sola visita a una página emite 1,76 g de CO₂ de media.

Las empresas de alojamiento web son, sin duda, una pieza clave en este universo sobre el que se construye nuestra presencia online. Cada vez que accedemos a una web o usamos una app, estamos poniendo en marcha toda una infraestructura de centros de datos y sistemas de red. Según recoge la Agencia Internacional de la Energía, solo los centros de datos donde están los servidores que garantizan las conexiones a Internet, representaron entre el 1 % y el 1,5 % del consumo mundial de electricidad en 2022. Por eso, las empresas del sector han dado un paso al frente para reducir el impacto ambiental de su actividad e implementar estrategias de green computing que hagan frente al desafío del creciente consumo de datos y energía.

Dinahosting, proveedora líder de hosting y dominios con más de 20 años de experiencia, ha sido recientemente acreditada como Hosting verde por integrar la sostenibilidad en su modelo de negocio, lo que repercute de forma directa tanto en sus clientes como en el entorno en general.

¿Qué es un Green Hosting o Hosting verde?

The Green Web Foundation es una organización independiente que rastrea qué servicios de Internet funcionan con energía verde. Ser Green Hosting no es sólo una etiqueta que reciben las proveedoras de hosting y dominios cuando llevan a cabo prácticas sostenibles y cumplen con los estándares establecidos. Implica trabajar por un ciclo de vida óptimo del hardware, colaborar con partners certificados energéticamente, adoptar fuentes renovables de energía y, en general, desarrollar una actividad sostenible en todas las áreas empresariales y en cada una de las etapas del proceso de prestación de servicios.

Según indica Miguel Alayón, responsable de la gestión de los Centros de Datos de dinahosting, esta certificación “es una señal inequívoca de que nos preocupamos al máximo por la optimización de nuestro hardware, y de que hay un gran trabajo detrás enfocado en la mejora del rendimiento y la calidad de los servidores. Cualquier empresa quiere tener la certeza de estar contratando un hosting alojado en un Centro de Datos moderno y seguro, que esté a la última en lo que tiene que ver con certificaciones y normativas”.

Además, como propietarios de una web, desde la página de The Green Web Foundation los usuarios pueden certificar que su proyecto online está alojado en un hosting verde, simplemente indicando la URL de su web en cuestión. El sistema te muestra automáticamente si la empresa se encuentra en un Green Hosting como dinahosting, y te proporciona un sello acreditativo que puedes utilizar en tus propios canales de comunicación.

“Ser Green Hosting nos ha supuesto una dedicación constante en cuanto a renovación de hardware y revisión de procedimientos, pero también ha sido el premio a este compromiso con la implantación de políticas ambientales responsables y con el uso de energía de origen 100 % renovable en toda nuestra infraestructura”, concluye Miguel Alayón.

Uno de los Centros de Datos de Dinahosting

Uno de los Centros de Datos de Dinahosting / D. R.

Recomendaciones para reducir la huella de carbono digital

La huella de carbono digital es un indicador ambiental que calcula las emisiones de efecto invernadero que provienen del uso de la tecnología. Desde el punto de vista de un usuario de Internet, hay varios consejos básicos que se pueden aplicar en el día a día en cuanto a consumo de aplicaciones, como búsquedas en Google o uso del correo electrónico:

  1. Cerrar pestañas no utilizadas: tanto en el correo como en el navegador de Internet, una de las cuestiones que hay que evitar es tener abiertas muchas pestañas que no se consultan con frecuencia.
  2. Disminuir el número de búsquedas online: en lugar de hacer búsquedas en el navegador, cuando se conoce la página de destino, es mejor escribir directamente la URL exacta, sin necesidad de pasar por una página con cientos de resultados.
  3. Reducir el envío de correos electrónicos: lo mejor es enviar solo los correos que sean verdaderamente útiles y evitar contestaciones innecesarias. Además, es recomendable reducir el tamaño de los adjuntos. Para compartir archivos grandes es mejor usar hipervínculos.
  4. Limpiar la bandeja de entrada del correo: de la misma forma que no es bueno enviar mensajes irrelevantes, tampoco lo es acumularlos en la bandeja de entrada. Se trata de eliminar correos que no sirvan o no contengan información clave, así como darse de baja de suscripciones que no sean interesantes.
  5. Descargar las canciones que más escuchas: en lugar de escuchar la misma música una y otra vez a través de una plataforma en streaming, puedes descargártela y reproducirla desde tu dispositivo.

Además, a la hora de reducir las emisiones de CO₂ de una web, desde dinahosting nos proponen:

  1. Optimizar el uso y el tamaño de archivos y documentos online: lo más recomendable en desarrollo web es minimizar el uso de imágenes y scripts que sean pesados, y utilizar herramientas para reducir el tamaño de los archivos. Existen formatos, como WebP, que permiten mejorar la velocidad de una web al emplear un tipo de compresión específico. De esta forma, el consumo de ancho de banda y de recursos del servidor cuando se intenta acceder a la web es menor.
  2. Código limpio: mantener optimizados los archivos HTML, CSS y JavaScript es clave tanto para reducir el tiempo de carga, como para ser más eficiente en cuanto a consumo energético.
  3. Invertir en usabilidad web: facilitar la navegación y el acceso a la información para que el usuario obtenga rápidamente lo que busca sin malgastar su tiempo. Lo ideal para reducir la huella de carbono digital es que tenga que hacer el mínimo número de clics posible.

Y, por supuesto, elegir una proveedora que esté certificada como hosting verde, que garantice que la infraestructura tecnológica con la que trabaja consigue el mismo rendimiento o superior con consumos eléctricos y un impacto ambiental mucho menor.

A día de hoy, ya existen iniciativas con calculadoras que estiman las emisiones de CO₂ que produce una web, como Website Carbon Calculator o Ecograder, basándose en cuestiones como el tráfico del sitio o la fuente de energía del servidor en el que se aloja.