La tensión preside el encuentro entre Nolasco y el ministro Bolaños en Zaragoza

Zaragoza se ha convertido durante unas horas en el epicentro de la Justicia en España. O, al menos, de sus principales responsables políticos, en una conferencia sectorial presidida por el ministro del ramo en el Gobierno de España, Félix Bolaños, y que ha tenido como representante aragonés al vicepresidente primero y consejero de Justicia de la DGA, Alejandro Nolasco. Un Nolasco que ha querido hacer palpables sus diferencias con el Ejecutivo de Pedro Sánchez ya desde la recepción. Tras un breve encuentro informal con el presidente Azcón en su despacho, Bolaños apareció frente a la Sala de la Corona del Pignatelli, sede del Gobierno de Aragón, donde Nolasco estaba esperándole. 

Tras el apretón de manos protocolario, el líder de Vox en la comunidad le hizo entrega al ministro de una copia del informe del Consejo Consultivo de Aragón que avala la «legitimidad» de la DGA para interponer un recurso de inconstitucionalidad contra la ley de amnistía. «Le he dicho que lo lea con detenimiento, porque es una reflexión importante», decía posteriormente Nolasco, que añadía un deseo: «Como ministro de la Presidencia, espero que también se lo haga llegar al presidente del Gobierno (Pedro Sánchez)». Una acción que tuvo su respuesta en un Félix Bolaños que, ante la mirada de los fotógrafos, le ha espetado que le haría llegar el informe favorable de la Comisión de Venecia.

En otro orden de cosas (expresión esta utilizada también por Nolasco tras su performance), el consejero de Justicia aragonés anunció su intención de trasladarle a Bolaños la petición de apertura de un nuevo juzgado, el número 24, en Zaragoza. Una cuestión polémica que ya salió a escena hace un mes, cuando fuentes de la Delegación del Gobierno en Aragón aseguraron que la DGA no había solicitado «formalmente» dicha apertura. Con todo, Nolasco insistió en la diferencia de criterios entre el PSOE aragonés y Moncloa, al asegurar que, «pese a que aquí dicen que se pueden abrir nuevos juzgados, en la pasada sectorial el ministro (Bolaños) nos dijo que, como se habían prorrogado los presupuestos, no se podía». 

«Veremos si la cosa cambia, pero me parece una vergüenza y decepcionante», concluía Nolasco antes de ingresar la reunión, en unas declaraciones que apenas duraron tres minutos ya que el tiempo apremiaba y el ministro y sus homólogos ya esperaban en la sala Corona de Aragón, sede de la sectorial.

Sea como fuere, la tensión entre ambas instituciones ha quedado patente una vez más. Esta vez, con Aragón y Nolasco jugando como locales y un Bolaños que, lejos de valorar los temas a tratar, decidió no hacer ningún tipo de declaración ante los medios.