La quiebra de Leciñena se retrasa por una cuestión de competencia judicial

La declaración del concurso de acreedores de Leciñena Trailer SL sigue sin llegar y aún podría tardar varias semanas más para desesperación de los cerca de 80 trabajadores de la fábrica de remolques y semirremolques de Utebo, cuyo futuro laboral está más que comprometido. La demora no se debe a que la compañía haya dado marcha atrás a sus planes de liquidar el negocio, sino a las dudas sobre cuál es el tribunal competente que debe tramitar el proceso. El Juzgado de lo del Mercantil número uno de la capital aragonesa, al que llegó el caso, ha dictado un auto por el que archiva la petición para entrar en la antigua suspensión de pagos al alegar «falta de competencia objetiva», según informaron a este diario fuentes judiciales.

El motivo de esta decisión es que la compañía había presentado previamente el preconcurso de acreedores en el Juzgado de lo Mercantil número siete de Madrid. El histórico fabricante de remolques y semirremolques tiene el centro de producción en la citada localidad zaragozana, pero su domicilio social está en Madrid después de que el negocio pasara a manos del empresario sevillano Juan Melgarejo hace seis años, cuando se adjudicó la unidad productiva al salir a la venta en un anterior proceso concursal.

Leciñena solicita el concurso de acreedores para bajar la persiana a la fábrica de Utebo

El juez de Zaragoza ha optado por no declarar el concurso de acreedores al considerar que no puede entrar a juzgar el mismo asunto que ya está estudiando otro magistrado en Madrid. Ante esta decisión cabe recurso ante este último tribunal en un plazo de 20 días. 

Impagos a proveedores

Como ya avanzó este diario el pasado 17 de octubre, la compañía pasa por una situación límite por las deudas que ha acumulado en los últimos ejercicios. La dirección había comunicado al comité de empresa su intención de ir al concurso y presentar un expediente de regulación de empleo (ere), algo que ocurrirá una vez se inicie el procedimiento concursal. Desde la dirección de Leciñena, que controla Melgarejo a través de la sociedad Partners Connect Holding SL, decían estar buscando alternativas y posibles inversores para evitar entrar en fallido. Las buenas intenciones quedaron en papel mojado poco más de un mes después cuando se conoció que se había solicitado de forma voluntaria la entrada en concurso. Ahora se sabe que anteriormente estaba en preconcurso.

La empresa ha llegado a esta situación crítica por los problemas económicos que arrastra, hasta el punto de que ha paralizado la práctica totalidad de la actividad desde hace varios meses debido a que los proveedores dejaron de servirle material por los impagos. Y eso, a pesar de que contaba con pedidos y carga de trabajo, según aseguran fuentes de la plantilla, que acusan a la propiedad de desidia.

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