Movilidad Urbana

El autobús y el tranvía rozan los 100 millones de viajeros en Zaragoza pese a la huelga

Los paros en Avanza frenan su recuperación y la demanda es todavía un 22% inferior a la de 2019 | Movilidad estima que el ‘Urbos 3’ cerrará el año con un nivel de usuarios cercano a la era prepandemia

Tres autobuses urbanos coinciden en el Coso de Zaragoza, una de las principales arterias de la ciudad.  | ANDREEA VORNICU

Tres autobuses urbanos coinciden en el Coso de Zaragoza, una de las principales arterias de la ciudad. | ANDREEA VORNICU / carlota gomar

Carlota Gomar

Carlota Gomar

Superada la huelga del autobús urbano de Zaragoza, el propósito de 2023 en el área de Movilidad y la empresa que gestiona el servicio, Avanza, se centra en recuperar los usuarios perdidos durante la pandemia y que siguen sin recurrir al bus para desplazarse por la capital. Un objetivo en el que llevan trabajando dos años y que está costando conseguir, sobre todo en el autobús, que ha sufrido el lastre de la huelga más larga de la historia.

El año 2022 se cierra con cifras optimistas y el número de usuarios del transporte público ha crecido alrededor de un 15%, hasta rozar los 100 millones. Son 98 en concreto, 73,7 del bus y 24,3 del tranvía, un balance provisional muy marcado por la huelga en Avanza.

El Ayuntamiento de Zaragoza, como otros tantos (el de Teruel, por ejemplo), ha decidido bonificar el 20% del transporte público para no perder la rebaja del 30% del Estado. Pedro Sánchez puso como condición para financiar parte del coste del servicio que los consistorios y las comunidades se implicaran a golpe de presupuesto. Una medida que entró en vigor ya el verano pasado con el propósito de amortiguar la inflación y que al consistorio zaragozano le va a costar un millón al mes.

El precio como atractivo

Las tarifas de 2023 han crecido un 7%, como el IPC, pero la bonificación va a permitir compensar este incremento y los usuarios pagarán 12 céntimos menos que el año pasado y siempre que se haga uso de la tarjeta multiviaje cada viaje costará 41 céntimos.

Esta tarjeta es la más utilizada, y el 56% de los viajes realizados entre septiembre y diciembre se han abonado de esta manera. El billete sencillo costaba el año pasado 1,40 euros, y este ha subido a 1,50. Los abonos también pueden conseguirse a mitad de precio.

Desde el área de Movilidad confían en que esta rebaja sea un aliciente más para los usuarios, para aquellos que durante los meses más duros de la pandemia buscaron otros medios para desplazarse por el miedo al contagio, y para los que, hartos de la huelga, recurrieron a otras alternativas.

Durante las últimas semanas de paros, de seis horas diarias, el servicio perdió alrededor de 100.000 viajeros, más de 14.200 al día. Unos usuarios que, mayoritariamente, volvieron hacer uso del autobús urbano una vez que acabó el conflicto, el pasado mes de diciembre y tras casi dos años de conflicto.

Las cifras

Durante el año 2022, el autobús urbano registró alrededor de 74 millones de validaciones, un 13% más que en 2021, cuando fueron 65,5. La tendencia es positiva, pero todavía siguen siendo cerca de 20 millones menos que en la época previa a la pandemia.

El año del confinamiento el servicio se quedó en 54 millones de usos, casi la mitad que en 2019, un ejercicio de récord con 94 millones de viajeros. Esta cifra será muy difícil de alcanzar ya que los zaragozanos han cambiado sus hábitos y cada vez son más los que se desplazan en bici o patinete eléctrico o andando.

«Los usuarios del autobús y del tranvía han descubierto que caminar por la ciudad es cada vez más agradable y tenemos estudios que demuestran que usuarios que antes utilizaban el autobús para dos paradas, ahora las hacen caminando», admitió la concejala de Movilidad, Natalia Chueca, el pasado mes de diciembre, un día después de que la plantilla del bus finiquitara la huelga.

Recuperación del tranvía

Ese mismo día confesó que el reto del área, de la mano de Avanza, pasaba por alcanzar las cifras previas a la pandemia. «Un objetivo ambicioso», reconoció la propia concejala, que explicó que la recuperación del tranvía ha sido más rápida, con una diferencia entre el 5% y el 10% atribuible a la huelga del bus, mucho más larga.

El año pasado, el Urbos 3 registró algo más de 24 millones de validaciones, cinco millones más que en 2021. La demanda del tranvía sigue muy por debajo de la 2019 y todavía tiene que recuperar a un 16% de esos usuarios perdidos, mientas que en el bus este porcentaje se dispara hasta el 22%.

Estos son los datos globales, pero si se analiza la tendencia del último trimestre, son algo más alentadores en el caso del tranvía. La diferencia entre el número de viajeros registrados entre septiembre y diciembre de 2019 y de 2022 es de 9,98%, según la estadística facilitada por Movilidad.

El ayuntamiento, como poco, aspira a que el nivel de usuarios en el tranvía sea este 2023 del 90% en el tranvía, respecto a los viajeros de 2019, y del 80% en el bus. No va a ser sencillo porque los vehículos de movilidad han llegado para quedarse, igual que ha sucedido con el teletrabajo en muchas empresas de la capital. Se trata de perfiles que, difícilmente, volverán al transporte colectivo para realizar los desplazamientos en su día a día.

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