UNA ZONA DEGRADADA DE ZARAGOZA

Los vecinos de Pignatelli insisten en la compra de viviendas como solución a sus problemas

Las enmiendas al plan especial piden adquirir una decena de edificios "problemáticos" / Quieren que no se detraiga ni dinero ni esfuerzo de la rehabilitación de solares

En la calle Pignatelli los vecinos piden que se adquieran varios inmuebles problemáticos.

En la calle Pignatelli los vecinos piden que se adquieran varios inmuebles problemáticos. / ÁNGEL DE CASTRO

Iván Trigo

Iván Trigo

Este año tiene que ser el año de Zamoray-Pignatelli en Zaragoza, puesto que debe ser cuando se apruebe definitivamente el plan especial que acabe con los problemas de los vecinos de esta zona degradada de la ciudad. Mientras, desde el área de Urbanismo han comenzado a emprender algunas acciones con el objetivo de mejorar la convivencia en el barrio, como fue el cierre recientemente de tres prostíbulos en este entorno. Sin embargo, los vecinos insisten: las soluciones deben pasar, prioritariamente, por la rehabilitación de los edificios en mal estado y por la construcción de vivienda pública asequible que atraiga nuevos pobladores.

Así se desprende de las enmiendas presentadas tanto por la asociación Plataforma de Afectados de El Gancho y Pignatelli como por Calles Dignas, dos de las entidades vecinales con más presencia en el barrio. En estos momentos, las alegaciones presentadas están en periodo de estudio y, una vez se decida si incorporarlas o no, se procederá a aprobar definitivamente el nuevo plan especial, que empezó a negociarse en septiembre del año pasado.

Con respecto a las peticiones de la Plataforma de Afectados de El Gancho, estos piden la adquisición por parte de las administraciones de los inmuebles situados en la calle Pignatelli en los números 43, 48, 67 y 76; los de la calle Agustina de Aragón, números 6 y 26; el de Cerezo número 4; y el de Zamoray 8-10. Todos estos, especialmente los primeros, «son los más problemáticos y con su desalojo y cierre se resolvería gran parte de la problemática de okupación en la zona».

La calle Ramón Pignatelli, en el Casco Histórico de Zaragoza.  | EL PERIÓDIICO

El bar Caricias, en la calle Pignatelli, es uno de los que se han cerrado tras la inspección de Urbanismo. / EL PERIÓDICO

Los edificios que solicitan que se compren y se rehabiliten son los mismos que han puesto en el foco desde Calles Dignas, aunque esta entidad señala otros en la zona en los que se debería intervenir para «evitar futuros problemas de humedades» y «reokupaciones con fines delictivos», explican desde la asociación. Asimismo, desde la Plataforma de Afectados de El Gancho piden dejar fuera del plan especial los proyectos del museo andalusí, la calle María Rafols, la plaza San Lamberto y la plaza José María Forqué por no considerarlos prioritarios.

En resumidas cuentas, lo que vienen a decir los vecinos es que el ayuntamiento debe iniciar cuanto antes la compra de viviendas y no emprender otras actuaciones, de índole estética, que detraigan presupuesto y esfuerzo de la que debe ser la prioridad.

Para este año, el equipo de PP y Cs prevé una inversión de 2.665.000 euros para la compra de suelo en la zona de Pignatelli y, según el consistorio, ya se han iniciado los trámites para la adquisición de varios inmuebles. Asimismo, desde Urbanismo han planteado un cronograma para no dilatar en el tiempo estas gestiones.

En los próximos meses se volverán a reunir los vecinos con el ayuntamiento, la Delegación del Gobierno y la DGA en un segundo encuentro que las entidades sociales esperan que sirva para comenzar a trabajar definitivamente en la toma de decisiones. Más trabajo y menos fotos, al fin y al cabo.

Calles Dignas se desvincula del cierre de tres prostíbulos

La asociación de vecinos Calles Dignas se desvinculó este martes de la iniciativa emprendida por el Ayuntamiento de Zaragoza que ha supuesto el cierre de tres locales de alterne en el entorno de Zamoray-Pignatelli. En una nota de prensa, el área de Urbanismo explicaba que tras las quejas presentadas por esta entidad se procedió a inspeccionar hasta cinco establecimientos, de los cuales uno ya no existía, otro fue advertido sobre la normativa de ruido y tres se clausuraron al no estar cumpliendo con su licencia.

Sin embargo, desde Calles Dignas aseguraron que ellos nunca han puesto en el foco a estos locales, puesto que su principal objetivo es conseguir que las administraciones hagan actuaciones en materia de vivienda, como pueden ser la compra de inmuebles en mal estado, la reforma de los mismos y la construcción de pisos asequibles para atraer a nuevos pobladores y frenar los problemas de okupación con intenciones delictivas.

Este es pues un capítulo más en el libro de las desavenencias que han mantenido en los últimos meses Urbanismo y algunas entidades vecinales, que no se acaban de fiar del consistorio. Desde Calles Dignas especifican que confían en la acción del consistorio, si bien junto a la Plataforma de Afectados de El Gancho piden que se establezca un cronograma claro que establezca las prioridades, que deben pasar siempre por la adquisición de suelo, y que se huya de intervenciones meramente estéticas o efectistas, como podría ser el cierre de estos tres prostíbulos. Su actividad, dicen ahora, no generaba molestias.