En septiembre según el dato adelantado que proporciona el INE, el IPC ha sido casi un punto superior al del mes de agosto. Los precios crecieron un 3,5% respecto a septiembre del año pasado, frente al 2,6% de agosto. La inflación subyacente, que excluye alimentos frescos y energía, sí se ha corregido un poco hasta una tasa del 5,8%. La culpa la ha tenido la luz y sobre todo los carburantes. El contador no deja de subir. Llenar un depósito medio de diésel cuesta noventa y dos euros. El de gasolina se va hasta los noventa y seis. Los precios de los carburantes se disparan por el recorte mundial en la producción de petróleo. "Si el barril de Brent llega a los 100 euros veremos dos euros el litro", dice Joseba Barrenengoa, CEO de Easy Gas. Los españoles ven cómo se vacían sus bolsillos y cada vez más voces defienden la necesidad de mantener las medidas del Gobierno contra el alza de los precios. "Hay que compensar la pérdidda del poder adquisitivo por el impacto de los precios en la vida de la gente", precisa la vicepresidenta Yolanda Díaz. Los precios de los alimentos repuntan a un ritmo del diez por ciento. El aceite de oliva ha subido más del 50 por ciento en el último año, el arroz un 22. La luz también ha subido, ya esta por encima de los cien euros el megavatio hora.