Un radar analiza el subsuelo de la calle San Francisco, donde se derrumbó un edificio en junio

Los técnicos analizan si existen oquedades en una profundidad de 15 a 20 metros

 

Un técnico con el georradar en la calle San Francisco de la capital.

Un técnico con el georradar en la calle San Francisco de la capital. / Ayuntamiento de Teruel.

El Periódico de Aragón

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La empresa International Geophysical Technology (IGT) ha comenzado a analizar el subsuelo de la calle San Francisco de Teruel--donde se derrumbó un edificio el pasado mes junio después de desalojarlo-- para detectar si presenta corrimientos u oquedades en una profundidad de 15 a 20 metros. Lo están haciendo con tres metodologías diferentes: georradar, tomografía eléctrica y sísmica de refracción.

La alcaldesa, Emma Buj, visitó los trabajos e insistió en que, una vez se tengan los resultados, se darán a conocer a los afectados. «No dejamos de trabajar un sólo día en este tema porque la calle San Francisco es una prioridad para el Ayuntamiento de Teruel», añadió.

Con lo que ya cuenta el Consistorio es con la autorización legal que permite licitar el desescombro del edificio que se derrumbó. «Ahora lo que comenzamos es la contratación de la empresa para llevar a cabo esa limpieza. Si me preguntan fechas no puedo anticiparlas, porque una vez que se haga la adjudicación hay que elaborar el plan de seguridad en el trabajo, aprobar ese plan y a partir de ahí contratar el resto de equipos y comenzar», destacó Buj.

Los trabajos se extienden desde la Escalinata hasta la rotonda de la colmena y las mediciones son capaces de alcanzar una profundidad de 15 a 20 metros.

El georradar utilizado opera con antenas de 100 MHz, un método que emite ondas electromagnéticas hacia el suelo y recibe como respuesta diversas señales de los objetos que se pueden encontrar en la zona.

La profundidad de investigación del sistema depende de la resistividad eléctrica del terreno principalmente y el georradar analiza los 7.000 metros cuadrados de superficie de la calle San Francisco.

De forma paralela, se han implantado sísmicas de refracción de 115 metros formadas por 24 geófonos verticales espaciados a intervalos de 5 metros para registrar las señales producidas en 7 puntos del terreno analizado.

Este sistema permite interpretar las propiedades del terreno y la profundidad de la roca mediante el análisis de las variaciones en las velocidades de propagación de las ondas sísmicas.

Por último, con el método de tomografía eléctrica se mide la resistividad del terreno que se obtiene con un dispositivo focalizado de electrodos.

Para emplazar los electrodos y los geófonos, fue necesario realizar pequeños taladros en dos líneas paralelas de asfalto de la calle San Francisco con el fin de asegurar un contacto óptimo entre los sensores y el terreno.

El tiempo estimado para la ejecución de este estudio es de dos a tres días mientras que para el procesado de los registros obtenidos y su interpretación serán necesarias al menos dos o tres semanas.

Por su parte, los vecinos han anunciado movilizaciones para el próximo 13 de noviembre si el Ayuntamiento no les informa de los planes para combatir las fugas de agua en el barrio.