Crimen de Antella

La dueña del piso da las nuevas llaves a los hijos de la víctima del crimen machista de Antella (Valencia)

La propietaria de la vivienda asegura que no les dio la copia antes "porque no la tenía" y que había contratado una empresa para limpiar las huellas del asesinato

Los hijos de la víctima del crimen machista de Antella no podían entrar en su domicilio

Los hijos de la víctima del crimen machista de Antella no podían entrar en su domicilio / LMV

Marina Falcó

Los hijos de Ilham Najah, la mujer de 38 años asesinada a cuchilladas por su expareja el pasado domingo en Antella (Valencia), ya pueden acceder a la vivienda donde se produjo el crimen machista y a la que no habían podido entrar, tal como ha adelantado en exclusiva el diario Levante-EMV, de Prensa Ibérica, después de que la dueña cambiase una de las dos cerraduras de acceso al piso y un familiar declarase a un redactor de este diario el jueves que podían entrar "a por sus cosas, pero no quedarse; no queremos que se queden".

La propietaria de la vivienda ha entregado las llaves a la hija mayor de Ilham, una chica de 18 años recién cumplidos, esta misma mañana, unas horas después de la publicación de la noticia en Levante-EMV y del desembarco de varias cadenas de televisión en Antella, municipio de la Ribera Alta al que han acudido este viernes, tras conocer la información publicada por este periódico.

En declaraciones a este diario, la dueña del piso ha negado que su intención fuese impedir que los chicos se quedaran en el piso. Según ella, "pedí a mi hermano que cambiara la cerradura porque no cerraba bien dado que el vecino dio una patada a la puerta para entrar" cuando Ilham estaba siendo asesinada por su pareja y el hijo menor de ambos, de 12 años, salió en busca de ayuda. Acerca de por qué no le dio el jueves una copia de esa llave a la hija de su inquilina asesinada, la propietaria argumentó que "en ese momento no tenía". Se trata de una cerradura nueva, que habitualmente se venden con varias copias de la llave. La mujer, que estaba presente el jueves cuando la hija mayor de Ilham intentó entrar, añade que "les iba a dar la llave en cuanto la cambiáramos".

La chica ha afirmado a este diario que "me dijo que no podía entrar para quedarnos; solo para recoger nuestras cosas. Lo mismo me dijo la Guardia Civil, que solo podía entrar a por mis cosas. No he podido ni buscar el contrato de alquiler, porque está dentro de la casa". Según la dueña, ella no les impidió quedarse. Incluso afirma que "les ofrecí entrar a por sus cosas y no quisieron. La Guardia Civil estaba delante". La hija de Ilham y sus allegados, que también estaban delante, lo niegan tajantemente.

La propietaria ha dado explicaciones a los medios de comunicación en plena calle y después de que se conociera que los hijos de Ilham se habían quedado en la calle pese a ser víctimas directas de violencia de género, por un lado, y a que el alquiler del mes estuviera pagado -aunque no lo estuviera, los propietarios tampoco pueden impedir el acceso o la permanencia de los inquilinos en la casa salvo que lo denuncien-, por otro. Este sábado, vence ese mes pagado y se abre el plazo para pagar la mensualidad siguiente, en este caso, la de agosto.

Así mismo, la casera ha explicado que su intención era que "mañana [por el sábado] fuese una empresa de limpieza" para eliminar las señales visibles del asesinato, aunque no ha aclarado si mantiene esa intención o si ha cambiado de opinión tras los últimos acontecimientos.

Tal como ha publicado Levante-EMV, de Prensa Ibérica, la hija mayor de Ilham acudió el jueves al Juzgado de Instrucción número 7 de Alzira, que el domingo estaba de guardia y asumió las primeras diligencias, para recoger los efectos personales de su madre. "Me dieron el pasaporte, la cartera y las llaves de la casa y del coche. El móvil no, porque aún lo tiene la Guardia Civil. Y me dijeron que ya podía ir al piso", dado que la investigación de la escena del crimen ya había concluido.

Fuentes allegadas a los dueños de la vivienda también habían argumentado que la hija mayor no residía en el piso de Antella y que acababa de llegar de Italia tras ser informada del asesinato de su madre. "Yo no vivo en Italia, he estado allí veinte días porque fui a ver a unos familiares", rebate la joven.