25 operaciones en 49 días, el plan del Real Zaragoza para el mercado

Alrededor de 25 movimientos en 49 días. Ese es el ajetreado verano que le espera a la dirección deportiva del Real Zaragoza. El mercado sigue avanzando con mayúscula lentitud y, a pesar de que todavía queda tiempo suficiente para que acaben saliendo los números, el club debería cerrar, haciendo una cuenta rápida, una operación cada dos días, un ritmo que se aleja enormemente de lo que acontecido hasta el momento en las oficinas zaragocistas.

En el apartado de fichajes, los planes del Real Zaragoza son claros. En su hoja de ruta están las incorporaciones de al menos diez futbolistas. La intención de Cordero es que aterricen en la capital aragonesa un guardameta para completar la terna en la portería, dos laterales derechos, dos centrales, un centrocampista, dos extremos, un mediapunta y un delantero. Eso como mínimo, porque si se produce la salida de algún futbolista con los que Víctor Fernández cuenta, como pueden ser los casos de Alejandro Francés o de Iván Azón, ese número podría incrementarse.

Como para entrar hay que dejar salir, y más deseando una revolución de las dimensiones que pretende el club aragonés, la puerta de salida está abierta para prácticamente la mitad de los futbolistas que han comenzado esta semana los entrenamientos en la vuelta al trabajo del equipo. Como informó este diario, Víctor Fernández ya ha expresado sus intenciones a la mayoría de los que quieren que sean sus descartes y va a ir hablando con todos ellos durante la preparación veraniega. Poussin, Rebollo, Jair, Luna, Lecoeuche, Jaume Grau, Sergi Enrich, Sergio Bermejo y Baselga son los señalados por el técnico para abandonar el Zaragoza en las próximas semanas. Caso aparte es el de Maikel Mesa. Las negociaciones por el canario no avanzan porque el club no acepta las condiciones económicas que propone el Tenerife.

Cinco en 40 días

El reto, pues, que tiene por delante la dirección deportiva es enorme, más si se compara con los pocos movimientos que se han producido en los 40 días que han transcurrido desde el 3 de junio, cuando el equipo terminó oficialmente la temporada. Han sido cinco en total, ya que a los cuatro fichajes confirmados (Soberón, Femenías, Gori Gracia y Tasende) solo se le ha podido sumar hasta el momento la rescisión del contrato de Guillem Naranjo.

A pesar del enorme trabajo que tiene por delante, Juan Carlos Cordero, conocedor de los entresijos del mercado y sus tiempos, parece no ponerse nervioso. Al menos eso pareció desprenderse de sus declaraciones del pasado martes durante la presentación de Mario Soberón y Joan Femenías. Si la tendencia de los últimos veranos ya estaba siendo la de la extrema lentitud en el mercado y, por consiguiente, las prisas en los últimos días, esa circunstancia se ha agravado todavía más en esta ventana de fichajes. La celebración de la Eurocopa, especialmente, y de la Copa América hace que la gran mayoría de futbolistas y sus equipos decidan esperar a la finalización de las competiciones internacionales para decidir su futuro.

Ese paréntesis se percibe, lógicamente, de mayor manera en el mercado de Primera División, pero, por un efecto de arrastre o rebote, también alcanza a los movimientos en la categoría de plata, ya que un buen nutrido número de futbolistas, y varias de las piezas más cotizadas por los equipos de Segunda, acaban llegando a la categoría de plata tras ser descartados por los clubs de la élite.

Las rescisiones

Así lo explicó Cordero, que tampoco mostró demasiada preocupación por el atasco en la ‘operación salida’. Como el adiós de la mayoría de descartes (salvo las posibles cesiones de Poussin, Luna y Bakis por tener un año más de contrato) va a realizarse por la vía de la rescisión el cartagenero no quiere precipitarse, ya que un acuerdo a estas alturas de verano puede salir mucho más caro que a finales de agosto y ese dinero que se gastaría de más afectaría al límite salarial a la hora de fichar.

Así pues, todo parece indicar que el mercado va a ser largo, muy largo, y que habrá que esperar todavía muchas semanas para poder hacerse una idea aproximada de la que será la plantilla definitiva del nuevo Zaragoza. De momento Cordero pide paciencia.