El Zaragoza más 'made in' Víctor Fernández
El entrenador ha tomado el mando deportivo en la SAD y las decisiones que afectan a la configuración del equipo dependen de su voluntad. Irá bien o irá menos bien, pero esta temporada en el Zaragoza las cosas se van a hacer a su manera
En el pasado mes de marzo, cuando se convirtió en el tercer entrenador de la temporada 23-24 y casi en la única escapatoria social que le quedaba a la propiedad ante el color que había cogido la atmósfera alrededor del equipo, Víctor Fernández regresó a casa con una doble misión: primero poner a resguardo al Real Zaragoza en la recta final de la Liga, lo que logró con más sufrimiento del previsto y un balance numérico pobre y, segundo y por encima de todo, liderar el proyecto en la campaña siguiente para intentar el ascenso a Primera desde la jornada inaugural.
En ese punto nos encontramos ahora mismo, en la gestación de la plantilla que competirá en Segunda División a partir de mitad de agosto. Desde que acabó la Liga pasada a finales de mayo, el entrenador ha tomado el mando deportivo en la SAD y las decisiones que afectan a la configuración del equipo dependen de su voluntad. Estamos ante un Real Zaragoza absolutamente ‘made in’ Víctor Fernández.
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Lo que se ha hecho, lo que se está intentando hacer, lo que se ha intentado y no ha salido, lo que se va a probar, los sueños imposibles, los despertares difíciles. El modelo, el perfil de los jugadores, la aprobación a los nombres, la manera de hacer las cosas… Todo está pasando por las manos y la cabeza del entrenador aragonés. Juan Carlos Cordero, el director deportivo que se mantuvo en su puesto por expreso deseo de la propiedad, también propone y ejecuta, pero quien realmente dispone es Víctor Fernández.
Con 63 años, 64 en noviembre (la edad para ese puesto no es una rémora, ahí están los títulos de Ancelotti o Mendilibar este año en Europa logrados con 64 y 63 años, respectivamente), Víctor Fernández se lo va a jugar todo a una carta esta próxima campaña. Quiere completar un círculo personal en su carrera y redondearla por todo lo alto y, tanto o más que eso, volver a entrar en la historia como el entrenador que recuperó la Primera División para el Real Zaragoza después de doce años infernales. Le irá bien o le irá menos bien, pero esta temporada las cosas se van a hacer a su manera.