Las buenas vibraciones del Real Zaragoza con la plantilla 24-25

Después del ascenso del Espanyol, que se unió este domingo al Leganés y al Valladolid de camino hacia tierras más fértiles, y de que el Deportivo, el Castellón, el Málaga y el Córdoba regresaran a Segunda, la categoría en la que competirá el Real Zaragoza en la temporada 24-25 está ya totalmente configurada. Ha quedado atractiva, con una lista de nombres sugerente que va a revalorizar el prestigio de la competición y, a priori, a encarecer sus premios gordos: 18 equipos han jugado en la élite a lo largo de su historia y entre todos suman 391 campañas acumuladas en Primera, el club aragonés el que más.

En esta Segunda llena de equipos con historia, grandes aficiones detrás y buenos estadios, el Real Zaragoza saldrá con la máxima ambición y los mayores objetivos. Es decir, saldrá a intentar el ascenso por duodécima vez consecutiva. Ninguna de las once anteriores lo logró, aunque en varias ocasiones estuvo en disposición de hacerlo, principalmente en la temporada 14-15 en Las Palmas con Ranko Popovic. Luego lo intuyó con fundamento en la 17-18 con Natxo González y en la 19-20 con Víctor Fernández.

Después de amarrar una salvación agónica en mayo, el entrenador aragonés volverá a estar al frente de un proyecto de ascenso en el club de sus amores. Entre él y Juan Carlos Cordero, el director deportivo, junto a la supervisión y constante apoyo de las fuerzas ocultas de este grupo de inversión, han empezado a modelar la plantilla que a partir de agosto iniciará una travesía de 42 jornadas con la mente puesta en la Primera División.

Hasta el momento, el Real Zaragoza ha realizado tres movimientos oficiales: las contrataciones de Mario Soberón, delantero fichado del Eldense, y de Joan Femenías, portero que viene del Levante, así como la renovación de Adrián Liso hasta 2029. A punto de caramelo tiene también las llegadas de Gori Gracia, centrocampista del Espanyol, y de Dani Tasende, lateral izquierdo del Villarreal.

Por ahora, el equipo cuenta solo con el esqueleto de lo que acabará siendo. Hay pendientes numerosas salidas y muchas entradas, sobre todo la traca importante con los nombres con más gancho del mercado de este verano. También lo había hace doce meses y todo acabó como acabó, pero en el Real Zaragoza, tanto en los ejecutivos como en los técnicos, existe optimismo y hay buenas vibraciones con lo que el club va a construir. Hay otra vez ilusión, ambición y dinero para fichar y convencer. Habrá buenos jugadores en la plantilla, con un entrenador de peso. Eso sí, habrá también mucha competencia y rivales de notable nivel en una categoría que será de aúpa.