Sanllehí: "La última semana fue trágica, no tomamos la decisión hasta el domingo"

A derecha e izquierda de Julio Velázquez, Raúl Sanllehí y Juan Carlos Cordero no abandonaron el semblante serio durante la amplia comparecencia de todos ellos ante los medios. El director general se esforzaba en transmitir ilusión, pero la caída ha sido demasiado dura como para ocultar sus secuelas. La salida de Escribá, hacia el que ambos tuvieron palabras de elogio y agradecimiento, les ha dejado seriamente tocados, sobre todo al catalán, autor del fichaje. "No es agradable. Es difícil decir si es el momento adecuado para cambiar de entrenador, una persona que lo ha dado todo y que vino en un momento complicado", recordó Sanllehí.

El director general apeló en varias ocasiones a la "diosa fortuna" para explicar el derrumbe de un Zaragoza que tocó fondo con la eliminación en Copa ante un Tercera RFEF y el bochorno en el derbi frente al Huesca. "La última semana ha sido trágica. No nos guiamos por los resultados pero nadie esperaba esas tres derrotas. Hasta entonces no nos habíamos planteado el cambio y la decisión se tomó el domingo. ¿Si ha sido tarde o pronto? No lo sé, se ha tomado la decisión ahora y mi confianza en Velázquez, nuestra primera opción, es absoluta", asegura.

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"La propuesta sale de mí", admite Cordero, que deja la puerta abierta a cambios en la plantilla durante el mercado invernal. "El entrenador acaba de llegar y dentro de dos o tres semanas nos sentaremos y valoraremos qué opciones hay de mejorar la plantilla, pero lo que toca ahora es que los jugadores den un paso y vuelvan al nivel de comienzos de temporada", valora el director deportivo, que tiene claro que Velázquez "es el entrenador idóneo para revertir la situación. Sus equipos tienen sello, son intensos y transmiten energía. Es un técnico metódico y flexible con los sistemas y con un punto de pasión que transmite en cada entrenamiento".

En este sentido, Sanllehí confía en recuperar la confianza de una afición que el pasado sábado mostró su enorme descontento y hartazgo. "No hay ninguna queja de la afición. Se generó una euforia tras las cinco primeras victorias que intentamos frenar, pero ahora los resultados nos han llevado a la frustración. Pero con Julio nos hemos vuelto a ilusionar, creemos en su potencial y vemos el futuro con optimismo", subraya el director general, que recuerda, en este sentido, que "quedan muchos puntos en juego y el objetivo no está tan lejos. La afición es muy grande y confío en darles muestras de que hay que seguir creyendo".