Hartazgo en la afición del Real Zaragoza por la paralización de la nueva Romareda

El zaragocismo se pronuncia sobre la paralización del proyecto de reforma de la nueva Romareda y Pablo Palomar, José Vicente Casanova y Luis Monterde revelan su desazón

La afición muestra sus bufandas ante el Tenerife en la Romareda.

La afición muestra sus bufandas ante el Tenerife en la Romareda. / ÁNGEL DE CASTRO

D. G.

El enésimo revés en el futuro de La Romareda no ha hecho sino provocar reacciones de toda índole en el zaragocismo. La paralización de la reforma de La Romareda por parte del Tribunal de Contratos ha dejado helada a una afición acostumbrada en los últimos años, tristemente, a golpes de este tipo en lo que respecta al club que ama, el Real Zaragoza.

El primer sentimiento que ha aflorado en el hincha zaragocista no ha sido otro que el de decepción, unido a la desesperación y preocupación por la situación de un estadio que a todas luces necesita ser reformado a la mayor brevedad posible. «La preocupación es máxima. Una vez más, tocábamos el proyecto con la punta de los dedos y la simple amenaza de que no pueda ser así te retrotrae a situaciones dolorosas», asegura José Vicente Casanova, expresidente de la Federación de Peñas del Real Zaragoza. «Nos hubiera gustado que este tema ya estuviera totalmente zanjado», agrega Pablo Palomar, el actual presidente. «Vivimos una época en la que todo proceso va demasiado lento», expresa Luis Monterde, presidente de la PZ Allueva.

Palomares afirma que el pensamiento de la Federación sobre el tema se sustenta en tres ideas claras. «La primera es que todos queremos un nuevo campo adecuado a las necesidades del zaragocismo y la ciudad, del que podamos sentirnos orgullosos», argumenta. «La segunda es que nunca nos meteremos en el asunto del pliego ni en la fórmula que se utilice para la reforma, o si son 75 años, 50 o 40. El ayuntamiento es el que debe elegir cómo gestionar este tema», continúa el presidente, consciente de la imposibilidad de que llegue a existir unanimidad en las reacciones de la clase política ante la situación.

Palomar: «Una vez se elija la fórmula, debería llevarse todo a rajatabla y sin que existiesen resquicios»

«La tercera es que el asunto es sensible y con muchas aristas, por lo que siempre hemos reclamado que, una vez se tomase la decisión sobre el tipo de fórmula a emplear, se llevase todo a rajatabla y se realizase de forma en la que no existiese ningún tipo de resquicio que pudiese echar atrás el proyecto», dice.

El trabajo minucioso demandado por la Federación de Peñas para evitar la situación de parálisis del proyecto que ahora atraviesa la reforma de La Romareda no ha sido cumplido por los responsables políticos, otro de los motivos de revuelo dentro de la afición. «Las fuerzas políticas deben intervenir porque es una cuestión pública, pero es cuestionable la forma en la que lo han hecho. Se ha visto agravado por el contexto electoral», indica Casanova. «Esto complica más lo que ya de por sí no es fácil, que es que hablen personas que piensan diferente. Cuando se están jugando los puestos electorales, la situación se vuelve aún más difícil», expone. Monterde, por su parte, lo tiene más claro. «Parecen luchas de poder entre ellos», afirma.

Casanova: «La forma en la que las fuerzas políticas han actuado en este asunto es cuestionable»

Este nuevo escollo cuenta como potenciales consecuencias con la pérdida de la condición de subsede de Zaragoza para la Copa del Mundo de 2030 si esta acabase disputándose en España, Portugal y Marruecos y dejaría al conjunto blanquillo sin un nuevo estadio a todas luces necesario para tratar de crecer y regresar a la élite del fútbol nacional. «Nos jugamos mucho más que el Mundial y los ingresos que puedan llegar. Está en juego una infraestructura de primer nivel para toda la comunidad autónoma», explica José Vicente Casanova.

En cualquier caso, el sentir de la afición es optimista respecto a los plazos y abunda el pensamiento de que el contratiempo se resolverá sin excesiva demora. «Vamos a tener un campo nuevo, esto es un escollo y el gobierno municipal, con la colaboración del resto de partidos por obligación con la ciudadanía, solventará la situación y esto se superará», reflexiona Casanova. «Confío en que este proceso sea el definitivo como confío cada temporada en el ascenso», ironiza Monterde.