Alfabetizar en videojuegos

Como lo oyen. Ese sería seguro uno de los deseos máximos de cualquier Rey Mago o Reina, porque ellas también juegan a la Play y tienen mucho que decir y hacer en estos territorios virtuales de modelos y arquetipos, ocio y testosterona. Las que fueron pioneras en programar deberán protagonizar las nuevas pantallas del entretenimiento de 2024, si les apetece y quieren, claro. Jóvenes desarrolladoras, comunicadoras y gamers, como así lo reivindica Marina Amores, Blissy para los amigos, en su lúcido tratado crítico Play like a girl (Libros Cúpula), chicas al poder y protagonistas de sus relatos.

¿Pero quién alfabetiza a quién? ¿Los gurús e influencers al resto de la tribu? Con más de 15 años en MeriStation, el gran Salva Fernàndez acaba de sorprendernos con todo un regalo de Reyes: coordina la colección Videojuegos Legendarios (RBA), donde 60 volúmenes recorrerán sagas, personajes y mil detalles desde los 80 hasta hoy. Así que bienvenida sea esta magnífica enciclopedia amable para saber más sobre la cultura y los mitos de la simulación de juegos. Todopoderoso creador de contenidos, Salva Fernàndez también hizo su Carta a los Tres Reyes Magos de las consolas (PS5, XBox y Nintendo) con críticas, mejoras y sentido común como prosumer y jugón.

Y la asignatura pendiente para los pajes: ¿Los padres y madres? En efecto. En YouTube cuenta con 77 millones de visualizaciones formando a menores y mediadores y, además, Pantallas Amigas ofrece un Decálogo para la elección y disfrute sin riesgos de los videojuegos en familia, aportando claves para una crianza online óptima. Fundada por Jorge Flores, este tiempo compartido «nos van a permitir ponernos al mismo lado de la pantalla que nuestros hijos e hijas, en una experiencia positiva y lúdica. Es la mejor forma de generar complicidad y confianza para poder influir en su vida digital más allá incluso de los entornos de los videojuegos», apunta el reconocido experto. Cercanía para hacernos ver también «cómo se comportan, socializan y reaccionan».

Aquí, Pantallas Sanas, iniciativa de Salud Pública del Gobierno de Aragón, ofrece sus consejos para las familias con un decálogo de recomendaciones y la firma por las partes de un Trato de Confianza por la ciberconvivencia y vida saludable. «Antes la gente miraba el fuego como ahora se mira la televisión», decía François Truffaut, cineasta que calentó para la gran pantalla el Fahrenheit 451 de Bradbury, la pesadilla distópica de los libros quemados ante un mundo sin crítica ni opción al conocimiento. Como remedio en el lar del descanso y la evasión, las distintas generaciones deberían reencontrarse y conversar más y mejor sobre sus gustos y aficiones, series y música, cuentas y páginas de redes, pues compartir cibermundos, que por edad y aficiones son bastante distintos, es un primer paso para el conocimiento del otro. Tiempos digitales que también requieren de una etiqueta obligada del mundo adulto para estos terrenos virtuales y de recreo.

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