El Gobierno de Navarra ha recibido esta semana el estudio de estabilidad y evaluación de la seguridad de la ladera derecha del embalse de Yesa adjudicado el año pasado a la empresa Geoconsult, que avala la viabilidad de la presa aunque apuesta por más medidas de control de los desplazamientos del terreno.

En sus conclusiones, el informe señala que la ladera se encuentra en equilibrio estricto con una velocidad de desplazamiento menor a dos milímetros al mes. Tras las fuertes lluvias del 2013, el terreno se desplazaba a 100 milímetros al mes, lo que obligó a acometer obras de emergencia para descarga la ladera.

También concluye que, aplicando la revisión de la norma sismoresistente del 2012, los desplazamientos que se obtendrían no condicionarían la viabilidad de la presa.

Además, señala que el proyecto de actuaciones de mejora de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), que se encuentra todavía en fase de redacción, plantea soluciones «válidas», pero considera que son necesarias medidas adicionales para incrementar el margen de seguridad en todo tipo de escenarios.

En concreto, propone mejorar el drenaje en el interior de la ladera, estabilizar la zona superior y minimizar movimientos residuales del deslizamiento. Por otro lado, el estudio cree oportuno profundizar en el conocimiento que se tiene de la ladera para precisar los parámetros característicos del terreno y acotar la influencia de agua subterránea.

Además, recomienda que se incrementen los mecanismos de seguimiento de la ladera ya existentes para hacerlos automáticos y continuos para reforzar la previsión, la seguridad y la capacidad de respuesta.

El Gobierno de Navarra ha presentado las conclusiones a los alcaldes de las localidades más próximas a la presa (Yesa, Líedena, Javier, Sangüesa, Gallipienzo y Cáseda) y las presentará a los grupos parlamentarios y al Ministerio para la Transición Ecológica y la CHE, ya que la presa es de competencia estatal. De hecho, hay prevista una reunión cuando haya Gobierno.