El espíritu de Labordeta vuelve al Congreso: Yolanda Díaz también suelta un "¡A la mierda!"

Un micrófono abierto en el Congreso de los Diputados ha jugado un mala pasada a la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, y ha permitido que se escuche en el Hemiciclo el "¡a la mierda!" que la dirigente ha exclamado después de la contestación de Pedro Sánchez al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo.

El episodio ha ocurrido este miércoles a primera hora durante la sesión de control al Gobierno, cuando el presidente respondía al líder de la oposición sobre la investigación abierta sobre su mujer, Begoña Gómez, a lo que Sánchez ha contestado apelando a la "máquina del fango" y ha finalizado cargando contra el PP por "los gobiernos de la vergüenza que tienen ustedes con Vox y lo que pretenden exportar a Europa".

La escena ha recordado de inmediato a José Antonio Labordeta, quien siendo diputado de Chunta Aragonesista protagonizó en dieicmbre de 2002 un episodio inolvidable, cuando desde el atril del Congreso mandó "¡a la mierda!" a diputados de la bacada del PP que le estaban molestando. "Han controlado el poder toda la vida y ahora les fastidia que vengamos aquí las gentes que hemos estado torturados por la dictadura, poder hablar. Eso es lo que les jode a ustedes, ¡coño!, ¡joder!, ¡que se vayan a la mierda!", espetó el aragonés. Labordeta, que falleció en septiembre de 2010 a los 75 años, víctima de un cáncer de próstata, fue diputado de CHA en el Congreso durante dos legislaturas (2000-2008).

Más de dos décadas después, en el mismo escenario, la intervención de Pedro Sánchez ha despertado el entusiasmo de la líder de Sumar, que estaba sentada al lado de la vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y se ha dirigido al presidente para exclamar "¡a la mierda!".

Feijóo señala “la corrupción de la Moncloa” y Sánchez responde con “fango” y “los gobiernos de la vergüenza con Vox”

Esta exhibición de sintonía llega sólo un día después de que Yolanda Díaz acusara al PSOE de "falta de lealtad" por no informarles sobre el compromiso de envío de armas a Ucrania. Un tono más duro del habitual que responde a un cambio de estrategia por parte de Sumar, que aspira a diferenciarse más del PSOE y tratar de aumentar la presión sobre sus socios después de quedar fuertemente desdibujados los primeros meses del año.