Bermúdez de Castro y varios aragoneses más se quedan 'tirados' en Barcelona y se pierden el España-Francia de la Eurocopa

Tenían que volar a Múnich a las 13.00 horas, pero el vuelo se canceló sin solución alternativa por un fallo en el motor

Imagen del desalojo del avión que debía volar a Múnich desde Barcelona.

Imagen del desalojo del avión que debía volar a Múnich desde Barcelona. / El Periódico de Aragón

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Una odisea, caras largas, ilusiones por los suelos, sorpresas tiradas por la borda y varias lágrimas. Varios aragoneses, entre los que se encuentra Roberto Bermúdez de Castro, consejero de Hacienda del Gobierno de Aragón, se han quedado tirados en el aeropuerto de El Prat de Barcelona y se quedan sin ver en el Allianz Arena de Múnich las semifinales de la Eurocopa entre España y Francia.

El vuelo tenía que partir a las 13.00 horas de Barcelona en dirección a Múnich, para aterrizar sobre las 15.00 horas. Contando que el partido comienza a las 21.00 horas, tiempo más que suficiente para llegar al partido.

Alrededor de medio centenar de personas iban al encuentro en el avión y los pasajeros llegaron a embarcar en la aeronave, pero sufría un problema en el motor sin especificar que apuntaba a ser subsanado. Tras una hora y media en la pista parados, finalmente el piloto informó que se había solucionado y que podían volar, pero tras encender los motores se volvieron a apagar a los cinco minutos y el vuelo se suspendió.

En el viaje había perfiles de todo tipo. Además del consejero, que mostró su indignación en las redes sociales, también había asiduos a otras fases finales, un médico que venía sin dormir e iba directo al partido y hasta una persona que había sufrido un accidente de tráfico y cuya sorpresa era viajar a la Eurocopa. Todos ellos se han quedado sin semifinales y, para colmo, sin alternativa alguna.

La única "solución", entre comillas porque no tiene sentido, era reubicarles en un vuelo que salía hacia Londres y luego otro a Múnich que llegaba a la ciudad alemana con el partido ya terminado; y otra alternativa exactamente igual pero con escala en Palma. Tampoco llegaban a Múnich antes del fin del choque. Ni la RFEF ni Lufthansa han proporcionado ayuda alguna a los pasajeros afectados ni muchos de ellos han podido revender las entradas por su dificultad y por su elevado precio.