LA LUCHA CONTRA EL FUEGO

La superficie de masa forestal calcinada este año en Aragón asciende a 862 hectáreas

Es una cifra ligeramente inferior al promedio acumulado de la serie histórica 2005-2023

El 74% se debe a la acción antrópica

Vista aérea del incendio de la localidad zaragozana de Mequinenza. | INFOAR

Vista aérea del incendio de la localidad zaragozana de Mequinenza. | INFOAR

Los 154 incendios forestales que se han desencadenado a lo largo de este año en Aragón han calcinado 862 hectáreas, una superficie ligeramente inferior al promedio acumulado en la serie histórica 2005-2023 que asciende hasta las 1.145 hectáreas. Son los datos que maneja la dirección general de Gestión Forestal del Gobierno de Aragón a fecha de 9 de julio y que sitúan el incendio iniciado en la localidad tarraconense de Batea –afectó a los términos municipales de las localidades zaragozanas de Fabara y Nonaspe– a la cabeza de los siniestros más grandes en 2024 con 393 hectáreas.

De los 154 incendios, un 74% son de origen antrópico, desencadenados por la acción humana –intencionados (27,92%), por negligencias (26,62%) y accidentales (18,48%)– y un 14% se deben a causas naturales como los 14 que se iniciaron por rayos y que se contabilizan desde el pasado mes de junio hasta el presente. También hay otros que todavía se están investigando (12,34%), tal y como sucede con el de Batea o el de Mequinenza dentro del top 10.

A lo largo de las últimas semanas, ya en plena campaña de verano, el boletín de Incendios Forestales y Meteorología revela que el final del mes de junio fue «tranquilo» y desde entonces hasta ahora tan solo se aprecia «un pequeño episodio de simultaneidad» entre el 3 y 4 de julio con sendos incendios en Biota (150 hectáreas) y en Mequinenza (70) por «causas antrópicas» que, «debido a la entrada de vientos fuertes de componente noroeste y oeste», se propagaron rápidamente por combustibles agrícolas y forestales.

En el caso del incendio de Biota fue necesario confinar de forma preventiva la población de Farasdués durante las primeras horas de evolución del incendio, marcado por la velocidad del viento y el tipo de combustible ligero al no servir de contención del frente. Aunque todavía está abierta la investigación, todo apunta a que la causa del inicio de las llamas estuvo en la maquinaria.

En el caso del incendio de Mequinenza no se ha establecido ninguna causa para explicar las 70 hectáreas que resultaron calcinadas. «La sequía que ha estado sufriendo esta zona, el tipo de combustible, lo abrupto del terreno y la falta de acceso hizo que las labores de extinción requiriesen un gran esfuerzo del personal desplazado», recoge el boletín.

Estos dos últimos siniestros se suman a los que se vinieron produciendo a lo largo del mes de junio y del mes de mayo en Ejea de los Caballeros (60 hectáreas), Lledó (57) o Velilla de Cinca (30). El de Lledó se originó en un paraje conocido como El Serrall y obligó a desalojar una quincena de viviendas y masías diseminadas en el monte. No hubo que lamentar daños materiales.