SUCESOS EN ARAGÓN

Una asistenta despedida por encerrar a un anciano en Zaragoza vuelve para morderle y robarle 700 euros

El nonagenario la había denunciado unos días antes ya que le encerró en casa y se llevó sus llaves

La víctima sufre principios de demencia y la agresora se aprovechaba de su vulnerabilidad

Agentes de la Policía Nacional.

Agentes de la Policía Nacional. / EL PERIÓDICO

Los ancianos son siempre un blanco fácil a ojos de los amigos de lo ajeno, especialmente, para aquellos que aprovechan sus puestos como asistentes sociales para robarles dinero y joyas. El últimos de estos episodios quedó protagonizado el pasado viernes 16 de junio en el barrio San José de Zaragoza, cuando una mujer de 69 años, identificada bajo las iniciales de M. S. S. y de nacionalidad búlgara, robó 700 euros a un anciano de 91 años tras morderle en la mano. Días antes este nonagenario ya había decidido prescindir de sus servicios ya que le dejó encerrado en casa llevándose sus llaves e incluso agredió al hijo de este cuando le reprochó dicha actitud. Fue detenida por la Policía Nacional y, tras pasar el sábado a disposición judicial ante el Juzgado de Instrucción número 7 de Zaragoza, en funciones de guardia, quedó en libertad provisional.

La voz de alarma a la sala de emergencias del 091 la dio una vecina de este bloque de edificios ubicado en la avenida Tenor Fleta de la capital aragonesa, que escuchó al anciano pedir auxilio al grito de "¡Me matan!" en torno a las 16.00 horas. Mientras una dotación de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Policía de Aragón se desplazaba hasta el citado domicilio, la vecina subió hasta el rellano del piso donde, a sus puertas, estaba arrodillado el anciano con las manos llenas de sangre.

Cuando los agentes llegaron allí, se encontraron a la agresora en el interior de la vivienda, procediendo en ese momento a su detención tras entrevistarse previamente con la víctima y la vecina que le auxilió. Ahora a M. S. S. se le imputa un primer delito de robo con violencia -había guardado un fajo de billetes en su bolso- y un segundo delito de lesiones.

Según pudo saber EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, la detenida siempre había tratado de aprovecharse del principio de demencia que sufría el nonagenario, pues en anteriores ocasiones este le había entregado importantes cantidades de dinero. Sin embargo, esta relación cordial que creía tener la víctima con su asistenta social había saltado por los aires unos días antes, cuando la mujer le dejó encerrado en case llevándose consigo sus llaves. No solo eso, sino que cuando el hijo del anciano se desplazó hasta allí para liberar a su padre fue agredido en el rellano por ella, que se llegó a autoinfligir arañazos para amenzarle con denunciarle. Tras este episodio, padre e hijo decidieron prescindir sus servicios e incluso denunciaron los hechos en dependencias policiales.

No contenta con ello, decidió volver días más tarde a la casa del anciano para protagonizar esta segunda agresión que también ha sido denunciada ante la Policía Nacional. En esta ocasión, el peor parado fue el nonagenario que sufrió un fuerte mordisco en la mano del que ahora se recupera tras asistido por profesionales sanitarios.