Cárcel para el homicida de Ejea, que alega que actuó en defensa propia

La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Ejea de los Caballeros ha dictado una orden de prisión para Alfonso Giménez Giménez, el vecino de 57 años que en la madrugada de ayer mató de un disparo de escopeta a Manuel Carbonell Hernández, de 21 años, tras mantener una reyerta por rencillas familiares, como consecuencia de una disputa, un tiempo antes, entre la mujer del detenido y la madre del fallecido. El presunto autor, que fue internado en la cárcel de Zuera, de los hechos podría haber incurrido en un delito de homicidio.

El acusado, que ha estado asistido por la abogada Olga Oseira, ha declarado ante la juez que actuó en defensa propia y de su familia. Subrayó que cogió una escopeta de caza impulsado por el "miedo" que sintió a que las cuatro intrusos que habían irrumpido en su casa pudieran acabar con su vida o la de alguno de sus seres queridos.

Giménez recibió varios golpes en la cabeza y la nariz con los palos que llevaban los agresores y efectuó el disparo cuando vio que tres de ellos rodeaban a su hijo. El proyectil perforó el cuerpo de la víctima y a continuación alcanzó a otro de los intrusos, que resultó con heridas que no revestían gravedad, si bien tuvo que se atendido en un centro hospitalario.

Mientras dormían

Giménez, su mujer y un hijo estaban durmiendo cuando el grupo de atacantes derribó la puerta de su vivienda de la calle Juliana Larena, mientras proferían gritos como "os vamos a matar" y otros igual de amenazadores.

Por otro lado, Carbonell fue enterrado ayer en Pedrola, su localidad natal. Este joven estaba acusado de ser el conductor que, en junio del año pasado, arrolló cerca de Luceni a un concejal de la localidad cuando cruzaba la calzada de la carretera que conduce a Alagón.

La jueza encargada del caso ha dictado el secreto del sumario mientras prosigue la investigación de la Guardia Civil, que este fin de semana, en principio, mantiene estrechamente vigilada la vivienda donde ocurrió el crimen, que está precintada. Se realizan pesquisas con el fin de determinar el grado de implicación de las personas que intervinieron en la reyerta.

En la calle donde ocurrieron los hechos, situada cerca de la iglesia de Santa María, se respira un ambiente de tensión contenida, dado que en la misma zona de la ciudad viven familiares del presunto autor del disparo, el cual, según señalaron sus allegados, posee licencia de armas. 

De hecho, la grave situación creada tras la muerte de Carbonell ha llevado a algunos de sus parientes a ausentarse de Ejea de los Caballeros durante algún tiempo, pues existe miedo a que se puedan producir represalias. 

Según los primeros indicios se pudo tratar de una disputa entre familias gitanas. El detenido disparó contra el hermano de la pareja de su hija y le causó la muerte, lo que provocó una fuerte conmoción en la localidad, donde la junta de portavoces municipal se reunió y emitió un comunicado en el que llamaba a los vecinos a la calma y anunciaba el refuerzo de la vigilancia en las calles de la localidad. 

Una pelea en un bar

Al parecer, la hija del autor del crimen se había fugado con el cuñado de la víctima, una relación que, según determinadas fuentes, no contaba con la aprobación del progenitor. 

Sin embargo, otras fuentes indicaron que la causa del suceso no era de tipo sentimental sino que tenía su origen que dos jóvenes de distintas familias habían tenido en un bar un tiempo antes. 

El fallecido era un joven soltero que fue detenido en junio del año pasado después de darse a la fuga, supuestamente, tras atropellar a un concejal socialista de Luceni, José Raimundo Soria Lafarga, quien atravesaba la calzada en la carretera de Aragón, cuando se dirigía a un incendio en las inmediaciones. Los investigadores dijeron que él conducía el coche implicado en el accidente de la circulación.