La cafetería regresa al Pignatelli, sede del Gobierno de Aragón, tres años después por 1,57 millones

El Departamento de Hacienda, Interior y Administración Pública ha propuesto la adjudicación de la concesión del servicio de bar-cafetería del edificio Pignatelli a la empresa Manipulados y Servicios Picarral SL (Mapiser), entidad de inserción socio laboral cuyo objetivo es la incorporación al mercado de trabajo a personas en situación de vulnerabilidad. El contrato está fijado para un periodo de ejecución de dos años, prorrogables por un año más. El valor estimado del mismo asciende a casi 1,57 millones de euros, IVA incluido.

El edificio Pignatelli cuenta con 1.200 empleados y se calcula que alrededor del 30% de ellos harán uso de las nuevas instalaciones, lo que hace prever unos ingresos anuales de más de 350.000 euros. El servicio, cuya apertura está prevista para la primera semana de septiembre, será de bar-cafetería (se ha eliminado el servicio de comedor, aunque la adjudicataria ofertará un plato del día y comida para llevar) y tendrá un horario de 7.30 a 15.30 horas, de lunes a viernes.

La adjudicataria tendrá además la exclusividad en la contratación de cafés, ágapes y otros eventos protocolarios que se organicen en el Edificio Pignatelli con motivo de la celebración de jornadas, reuniones y otros similares, a excepción de aquellos actos protocolarios organizados por la Presidencia del Gobierno de Aragón.

Mejoras

La empresa se ha comprometido a aplicar las mejoras propuestas en el pliego, como el uso exclusivo de aceite de oliva virgen extra en crudo, la utilización de productos de temporada, de producción ecológica y de fabricación de proximidad en hasta un 60% de la compra mensual, así como la oferta de un plato combinado o plato del día y de comida para llevar.

La cafetería del edificio Pignatelli cerró el 27 de agosto de 2021, después de que la última adjudicataria anunciase su decisión de no prorrogar el contrato y de varios intentos infructuosos de licitación del servicio. Desde abril de 2023 se optó como alternativa habilitar el espacio de la antigua cafetería como un office o zona de descanso, con la instalación de máquinas automáticas expendedoras de productos sólidos, bebidas frías y calientes