Terremoto político en la comunidad

Azcón aprovecha la crisis y reconstruye el Gobierno de Aragón a su medida

El presidente suprime la vicepresidencia de Nolasco y cambia a Samper por Javier Rincón

El núcleo duro gana peso y competencias y Pérez Forniés es relevada en Educación

Jorge Azcón, este viernes en la sala de Columnas del Edificio Pignatelli.

Jorge Azcón, este viernes en la sala de Columnas del Edificio Pignatelli. / Laura Trives

El día uno de la nueva era Jorge Azcón en el Pignatelli arrancaba desde bien temprano. De hecho, no fue el presidente quien lo inauguró, sino su hasta entonces vicepresidente, Alejandro Nolasco, quien presentó su renuncia a las 10.30 horas frente a la sede de Gobierno, donde Azcón esperaba tranquilo para anunciar, tan solo una hora después, el nuevo organigrama de su Ejecutivo monocolor. Nolasco cumplió con la palabra dada –por Abascal– y confirmó que se iba «por conciencia», aunque abierto a dar apoyos puntuales al aún presidente. En esas horas previas, la rumorología propia de estos momentos se adueñaba de los alrededores del insigne edificio, con las porras habituales sobre quién podrían ser los nuevos consejeros.

Lo que no estaba previsto fue, por otra parte, lo que sucedió cuando Azcón salió, sonriente, al atril. Ya había advertido la noche anterior la portavoz y vicepresidenta Mar Vaquero de que la reestructuración iba a ser «inmediata». Pero la sorpresa llegó cuando Azcón comenzó a enumerar las novedades en las distintas consejerías, que llegaron tras su primera valoración sobre la decisión de Vox, a su juicio una «equiviocación», pues el PP, dijo, «no había incumplido ningún pacto». «El cambio que se generó hace un año en Aragón no va a detenerse», reivindicó Azcón.

La primera nueva, esperada, es que la consejería que hasta entonces ostentaba Alejandro Nolasco (Despoblación, Desarrrollo Territorial y Justicia) se iba por el sumidero junto a la simbólica nomenclatura de su vicepresidencia primera. Ahora, Mar Vaquero, que seguirá como portavoz, será la única vicepresidenta, pues hasta ahora estaba ubicada en un segundo puesto tras Nolasco que, dicho sea de paso, era más nominal que real. Además, Vaquero suma a sus responsabilidades en Economía e Industria las de Justicia y Presidencia –a excepción de la dirección general de Administración Local, que se la lleva Octavio López a su consejería–, y deja Empleo para la hasta ayer consejera de Educación, Claudia Pérez Forniés.

Precisamente, esta última fue una de las grandes damnificadas del día, siendo relevada para pasar a Ciencia y Universidades, además de Empleo. Cabe recordar que la oposición llevaba tiempo pidiendo el cese o dimisión de la consejera, especialmente por el episodio de Caneto y por las reducciones horarias que sacaron nuevamente a las calles a buena parte de la marea verde educativa el pasado lunes. Un golpe de timón del presidente que camufló esta decisión gracias al ruido generado por Vox. Tomasa Hernández será su sustituta, y cambia Presidencia e Interior por Educación y mantiene Cultura.

Y es que el núcleo duro de Azcón fue el que se reafirmó tras las decisiones tomadas el jueves y anunciadas públicamente este viernes. Roberto Bermúdez de Castro suma Interior a sus deberes en Hacienda y Administración Pública, y Octavio López se adhiere Cohesión Territorial, que ostentaba Nolasco bajo el nombre de Desarrollo Territorial. La tercera pata que tenía el líder de Vox, Despoblación, no será consejería y volverá a ser dirección general.

Samper, destituido

Quien sí fue invitado a irse fue el otro consejero de la ultraderecha, Ángel Samper, que tenía previsto tomarse el fin de semana para meditar si acataba las órdenes de Abascal y después comunicar en una rueda de prensa –que llegó a estar programada durante unos minutos– su decisión. Pero Azcón ya tenía decidido desde el jueves a su sustituto en Agricultura, Ganadería y Alimentación: Javier Rincón. Un conocido de la casa que hasta entonces había ocupado la secretaría general de Hacienda y que hoy ya tomará posesión de su cargo junto al resto de consejeros. Rincón fue secretario general técnico del Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Rudi, una experiencia fundamental para tomar las riendas del departamento de Samper.

Este nuevo organigrama, con todos los cambios ya mencionados, servirá según Azcón para «ahorrar costes» a las arcas públicas aragonesas. En cuanto a los directores generales de Vox, algunos de ellos polémicos por sus conocidas simpatías franquistas, el presidente desgranó que será en los próximos días cuando se conozca su futuro. Quedará por ver si el PAR, con cerca de una decena de direcciones generales, rasca alguna más, e incluso si Teruel Existe pide algún tipo de responsabilidad para facilitar sus votos. Dos opciones que, en principio, Azcón descartó.