Los trabajadores extranjeros ya son el 17% de la fuerza laboral de Aragón

El debate sobre la inmigración copa titulares, declaraciones políticas, exabruptos en las redes sociales y dudas sobre la sostenibilidad del sistema. Con todo, según los informes económicos que proporcionan las organizaciones laborales y los datos demográficos, en Aragón las personas extranjeras son fundamentales para el sostenimiento demográfico, así como para el desarrollo social. En estos momentos, según datos del Gobierno de España, en la comunidad existen 106.742 afiliados extranjeros cotizantes en la Seguridad Social, una población que garantiza el sostenimiento de significativos sectores económicos. En total suponen el 17% de la fuerza laboral.

El profesor de Geografía en el Campus de Huesca de la Universidad de Zaragoza y coordinador en España del proyecto Matilde, Raúl Lardiés, es contundente en este sentido. «El impacto de la inmigración es importantísimo, sobre todo porque la población nacida fuera de Aragón es la que hace crecer la población», asegura. El proyecto es una iniciativa europea que se centra en evaluar la contribución de personas inmigrantes al desarrollo de áreas rurales y montañosas en Europa. En la comunidad, en muchos municipios rurales de menos de 2.000 habitantes las personas venidas de fuera ya suponen el 25% de la población. 

Mensajes de odio

Según los últimos datos publicados, el peso medio de la población extranjera en el conjunto de los municipios es del 12,42%, registrándose el mayor en la comarca del Bajo Aragón–Caspe (27,3%) y el menor en la Sierra de Albarracín (un 5,45%). «Estamos viendo que todavía quedan empleos sin cubrir, por lo que en este contexto el impacto de la inmigración siempre será positivo, aunque se tenga que seguir trabajando en la convivencia», asume el coordinador de programas de inserción sociolaboral para personas solicitantes y beneficiarios de protección internacional, Federico Abizanda.

En este contexto, lamenta que la inmigración se use para lanzar «un mensaje de desorden» en la sanidad, la educación o la seguridad que aprovecha los partidos de derecha y ultraderecha. «Instrumentalizan una situación tremendamente compleja para ofrecer respuestas simples que acaban calando», advierte al señalar que contra el odio «hacen falta más políticas de convivencia».

La cuestión social, como señala el sociólogo experto en políticas sociales de familia e infancia de la Universidad de Zaragoza, Pablo Redondo, es complicada por la propia realidad económica de los migrantes en Aragón. «Los extranjeros se han integrado en los sectores más precarios, por eso son una población que necesita a los servicios sociales», indica.

Según los datos de la Agencia Tributaria en Aragón hay 50.009 declarantes del impuesto de la renta que han nacido fuera de España, según datos del ejercicio fiscal de 2022. Este colectivo percibía un salario medio bruto de 14.022 euros anuales, una cifra que contrasta teniendo en cuenta que la media para un aragonés es de 25.443 euros.

«Económicamente son trabajadores muy flexibles y disponibles, sobre todo por la necesidad que tienen de ahorrar dinero, pero la realidad es que tienen peores sueldos, más inestabilidad y mucha más precariedad al optar a los puestos peor pagados», reconoce Lardiés.

Según los datos del informe sobre el mercado laboral en Aragón que presentó UGT en febrero, las personas extranjeras suponen el 20,5% del total de parados de la comunidad, y de ellas el 63,1% son mujeres. 

En diciembre de 2023, según UGT, los extranjeros tenían un peso en el total del sistema de seguridad social del 15,1%. Se han incorporado prácticamente en todas las ramas de actividad. En el régimen general por cuenta ajena los extranjeros son 13,92% del total, en el especial agrario suponen el 71,5% de los afiliados, en el general especial del hogar el 57,7% y en el de autónomos, el 11,1%

Desde el sindicato destacan que aunque se ha producido la integración laboral de las personas extranjeras en todas las ramas de activad «es importante continuar haciéndolo y en especial, de la mujer migrante». Mientras la tasa de paro de los nacionales es 5% en el caso de los hombres y del 8,8% entre las mujeres, estos valores son del 10,8% y del 16,6%, entre los extranjeros, respectivamente.