LA GOBERNABILIDAD EN ARAGÓN

Extremadura tensa el diálogo entre el PP y Vox con Aragón por decidir

Guardiola avisa de un posible adelanto electoral tras su ruptura con la ultraderecha. En Baleares los populares le permiten presidir el Parlamento sin atar el Gobierno

Momento de las votaciones de la Asamblea de Extremadura, con la líder del PP María Guardiola en primer plano.

Momento de las votaciones de la Asamblea de Extremadura, con la líder del PP María Guardiola en primer plano. / Jorge Armestar

El Periódico de Aragón

Las negociaciones por los pactos para conformar parlamentos autonómicos y gobiernos están dejando jornadas de sobresaltos por todo el país. El Partido Popular sigue paseando sobre el alambre de Vox después de un más que criticado acuerdo en la Comunidad Valenciana y la sucesión de pactos en distintos ayuntamientos.

El contrapunto y la primera ruptura de los conservadores y la ultraderecha llegó en la votación de la presidencia de Parlamento extremeño, donde el PP perdió la votación después de que los diputados de Vox se votaran a sí mismos y el PSOE lograra el apoyo de Podemos, consiguiendo así más votos que el candidato del PP.

Mientras, en las Islas Baleares ocurría todo lo contrario. El PP deja en manos de Vox la presidencia de las Cortes y ni siquiera así tiene garantizado su apoyo para la formación de gobierno.

Dos modelos muy alejados entre sí que definen la encrucijada del partido de Alberto Núñez-Feijóo, que ganó el 28 de mayo pero no tanto como para caminar libre hacia las investiduras de sus presidentes. Lo mismo ocurre en Aragón, donde Jorge Azcón sumaría fácilmente con los siete diputados de Vox, pero cuenta con el as bajo de la manga de las negociaciones con el PAR y Teruel Existe.

La línea roja marcada por el PP extremeño de María Guardiola a Vox, la de no dejar que entre en su Gobierno "a quienes niegan la violencia machista" o "tiran a una papelera la bandera LGTBI", finalizará, salvo que alguien renuncie a sus principios, en unos nuevos comicios en esta comunidad autónoma.

Al distanciamiento entre el PP extremeño y Vox, reflejado este martes en el pleno de constitución de la Asamblea regional y que dio al PSOE la presidencia de esta Cámara, se unió el posicionamiento contrario de Guardiola a buena parte del ideario de Vox y la dura crítica de ésta a la formación de Santiago Abascal. Soberbia, ansia de poder, negación de la violencia machista, deshumanización a los inmigrantes, mercadeo y bochorno han sido algunas de las expresiones que este martes ha lanzó Guardiola contra Vox, y a uno de sus líderes nacionales, Jorge Buxadé, le puso la etiqueta de "capataz del señor feudal".

Con este escenario será muy difícil que haya suma de votos de PP y Vox para aupar a Guardiola a la presidencia de la Junta de Extremadura. De hecho, la propia Guardiola manifestó que "iremos a la elecciones si hay que ir".

Guardiola podrá ser presidenta extremeña si los cinco diputados de Vox la apoyan o si el PSOE se abstiene en el pleno de investidura, cuya fecha aún no está fijada. El primer supuesto supondría para Vox renunciar a lo que esta exigiendo, entrar en el Ejecutivo del PP; el segundo sería, al menos, sorprendente. El socialista Fernández Vara podría seguir al frente de la Junta finalmente si recibe el apoyo de Unidas por Extremadura y el PP o Vox se abstienen, otro supuesto improbable.

Mientras, en Baleares, PP y Vox alcanzaron un acuerdo programático por el que el polémico diputado de extrema derecha Gabriel Le Senne será el candidato a presidir la Cámara autonómica. Un pacto que, sin embargo, desde Vox insisten en que no basta para garantizar su apoyo al Gobierno popular de Marga Prohens.

El secretario general de Vox, Ignacio Garriga, instó al PP a buscar «fórmulas novedosas» para garantizar que los acuerdos a los que puedan llegar en Baleares se cumplirán. Garriga puntualizó que por ahora PP y Vox han alcanzado un «preacuerdo» en Baleares y dejó claro que «sigue en marcha la negociación».

De momento, el diputado de Vox Gabriel Le Senne es el candidato propuesto para presidir el Parlament balear, tras el pacto alcanzado con el PP según el cual el partido de Santiago Abascal ocupará la presidencia de la cámara con el fin de facilitar la investidura como jefa del Govern de Prohens. Le Senne es conocido por sus tuits en contra del colectivo LGTBI y negando la violencia de género.

Según Garriga, "quizá es el momento de empezar a explorar alguna fórmula diferente, a la que algunos no están acostumbrados, para ver de qué manera podemos controlar que eso que acordemos, en caso de llegar a un acuerdo, se lleve a cabo". En Baleares, "no podemos permitir que se vuelva a no cumplir con la palabra dada en un acuerdo", insistió.

Por su parte, el portavoz parlamentario del PP en Baleares, Sebastià Sagreras, aseguró que "aún no está garantizada la abstención" de Vox en el debate de investidura de Marga Prohens como presidenta del Govern, pero añadió que su partido "ha hecho un gesto poniendo en marcha el Parlament". 

Presidentes de las Cortes sin gobernar: Barba y Monserrat

En la historia democrática aragonesa tan solo dos presidentes de las Cortes de Aragón lo han sido sin formar parte sus partidos de los que dirigían el Gobierno autonómico. Es el caso de la podemista Violeta Barba, que accedió al cargo en septiembre de 2016, y de Juan Monserrat, del extinto Centro Democrático y Social (CDS), que presidió la Cámara entre 1987 y 1991.

En ambos casos, sus nombramientos respondieron a acuerdos de investidura con el partido mayoritario para garantizar el sosiego que dan las mayorías parlamentarias. En el episodio más reciente, el de Barba, accedió a la presidencia de las Cortes con la legislatura ya empezada y tomó el relevo del socialista Antonio Cosculluela, un histórico de la política aragonesa que intentó compatibilizar el cargo en las Cortes con la alcaldía de Barbastro.

La insuficiente mayoría del PSOE entonces, que gobernaba solo con CHA en la legislatura de 2015 y necesitaba a los 14 diputados de Podemos en las Cortes, les llevó a entregarle a Podemos la presidencia de las Cortes y cumplir así con el pacto de investidura, que pedía evitar la duplicidad de cargos.

En el caso de Monserrat, fue presidente de las Cortes después de un acuerdo entre el PAR y el CDS, que decidió no entrar al gobierno del entonces presidente de Aragón Hipólito Gómez de las Roces, que optó en 1987 por intentar un Ejecutivo en solitario en minoría, con solo los votos a favor de Alianza Popular y la abstención del CDS en su investidura. Finalmente, a mitad de legislatura, dos consejeros de AP entraron a formar parte de su Gobierno, y Monserrat siguió siendo presidente de las Cortes.