Una vela amarilla para recordar a las víctimas del Holocausto

La Delegación Episcopal de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso de Zaragoza se ha sumado este miércoles a la conmemoración de las víctimas de la Shoá a través de la iniciativa Yellow Candle, con la que la comunidad judía busca remover conciencias recordando a cada una de las víctimas del Holocausto. Entre los seis millones de judíos asesinados por el nazismo hubo 1,5 millones de niños. El Periódico de Aragón también se ha sumado a este día con su vela.

Acto en recuerdo de las víctimas del Holocausto en la parroquia de San Ignacio Clemente Delgado de Valdespartera

Ver galería

"Lo que se olvida está condenado a repetirse", sintetiza Antonio Moreno, consiliario de este órgano de la Iglesia Católica, que esta tarde se ha sumado a la iniciativa en la parroquia de Valdespartera con una veintena de jóvenes que se encuentran formándose para recibir la Confirmación. Todos ellos han recibido una vela amarilla en la que encontrarás un cartel con el nombre, edad, fecha y lugar de la muerte de una de las víctimas. La iniciativa se reproducirá en Zaragoza hoy también entre la comunidad hebrea, el Seminario y familias que se han inscrito por su cuenta para apoyar esta acción.

"Junto al encendido de la vela también leeremos textos en hebreo, cantaremos música sefardí y otras actividades relacionadas con esta religión y les hacemos ver el pasado sefardí en España", explica Moreno, quien pone especial énfasis en la importancia de concienciar en un momento en el que está "resurgiendo el integrismo y el fundamentalismo" en varios países de Europa como Hungría o Polonia que niegan lo sucedido. "Hay que señalar a los partidos que fomentan el odio también en España. Un cristiano no puede ser antisemita", insiste. Posteriormente, a los jóvenes se les anima para que compartan en sus redes sociales la imagen de la vela encendida.

Para Moreno, una conmemoración como la de hoy tiene un valor doble. Por un lado, el aspecto educativo que les lleve a reflexionar sobre cómo fue posible que en la Alemania de inicios de los años 30 del siglos XX la gente diera su voto a Hitler: "Es un trabajo educativo que les impresiona mucho porque se va más allá de los datos y se apoya en la experiencia, ya que ponen rostro a una persona, a un niño, a un anciano".

Por otro lado, el consiliario hace valer su condición de alumno de la escuela internacional de estudios sobre el Holocausto, dependiente de la Yad Vashem, la institución israelí constituida en memoria de las víctimas judías del nazismo y lanza pauta cotidiana para el día a día de los jóvenes: "Cuando alguien insulta porque es extranjero, los chavales se tienen que posicionar en el otro lado".