La opinión de Sergio Pérez

El agradecimiento a Edgar Badía por los decisivos servicios prestados

Ante el Burgos Víctor Fernández sentó a Edgar Badía, titular desde enero, y recuperó a Cristian Álvarez en el once. Ocurra lo que ocurra en los cuatro partidos restantes, al catalán siempre habrá que agradecerle los extraordinarios servicios prestados a su llegada. Varios puntos de los que el Real Zaragoza tiene en su casillero llevaron su firma y fueron claves para que el problema clasificatorio no sea ahora mayor.

Edgar Badía, en un entrenamiento con el Real Zaragoza.

Edgar Badía, en un entrenamiento con el Real Zaragoza. / ANDREEA VORNICU

Sergio Pérez

Sergio Pérez

El pasado domingo, contra el Burgos, Víctor Fernández tomó la decisión de cambiar de portero. Le dio la titularidad a Cristian Álvarez, que llevaba ausente desde finales de octubre por el encadenamiento de varias lesiones, y sentó a Edgar Badía. El catalán no había salido del once desde su llegada en enero: 16 partidos, en los que recibió 14 goles, a razón de 0,87 de media por encuentro. Cuando firmó, el Real Zaragoza venía de jugar sin portero. Su fichaje fue un gran acierto y tuvo un enorme impacto.

En las últimas semanas, Edgar Badía se había convertido en un guardameta terrenal, al que no se le pueden achacar muchas responsabilidades en los tantos encajados, aunque sí cierta caída en su nivel. No había errado estrepitosamente, pero había dejado de hacer milagros y paradas extraordinarias como las que protagonizó en su primer mes y medio en el Real Zaragoza.

El entrenador se decidió por llevar de vuelta al once a Cristian Álvarez, un portero legendario en la plaza aunque esta temporada ha vivido un tormento, perseguido constantemente por los problemas físicos. Encajó tres goles, dos exquisitos del Burgos y lejos de su alcance y un tercero en el que tuvo mala suerte porque un rebote le dejó en fuera de juego.

De no mediar una nueva lesión, en las cuatro jornadas que restan lo normal será que Víctor Fernández mantenga al argentino bajo los palos. Es decir, va a ser difícil volver a ver a Edgar Badía con la camiseta del Real Zaragoza, al menos en esta Liga. El jugador regresará al Elche, club desde el que llegó cedido. Luego en el verano se definirá su futuro. El arquero ha estado muy cómodo en este préstamo.

En las últimas semanas, Edgar había estado más discreto que en sus primeras semanas. Había dejado de brillar. La portería se le había ensanchado, aunque tampoco se le pueden buscar muchos más de tres pies al gato de sus actuaciones. Ocurra lo que ocurra en los cuatro partidos restantes, estamos ante un guardameta al que siempre habrá que agradecerle los extraordinarios servicios prestados a su llegada. Con sus actuaciones frente al Eldense, el Andorra o el Sporting, ayudó al Real Zaragoza a sumar varios puntos que tienen su firma y autoría material y que hoy son completamente fundamentales para que el equipo no esté metido en un problema clasificatorio descomunal.