Los trabajadores de Figueruelas han recibido el mejor regalo de Navidad que podían esperar. Opel anunció ayer un paquete de decisiones que promocionan a la planta zaragozana en el mapa nacional y europeo del sector del automóvil al tener asignada la fabricación en exclusiva de cuatro modelos a partir del 2019, algo al alcance de muy pocas fábricas en el mundo. A los dos productos que ya tenía adjudicados y cuyo lanzamiento se iniciará el próximo año, el Crossland X (sustituto del Meriva) y el sucesor del Citroën C3 Picasoo (este en alianza con el grupo francés PSA), se sumarán otros dos potentes vehículos que conforman lo que la marca automovilística alemana ha denominado como proyecto 9B-XX. Se trata, por un lado, de la siguiente generación del Corsa, pero con la importante novedad de que se dejará de compartir con la planta alemana de Eisenach, como ocurre actualmente. Y por otro, de un nuevo modelo crossover (CUV), que sustituirá al junior Adam. Este último también se hacía en la citada fábrica germana, a la que la aragonesa cederá a cambio el exitoso SUV Mokka X cuando dentro de tres años finalice la actual versión.

Los cambios forman parte del plan de Opel para reorganizar su estructura productiva en Europa de forma más efectiva. Estas nuevas decisiones fueron comunicadas ayer a los miembros del comité de empresa continental. «Se trata de magníficas noticias para el futuro de la planta, del empleo directo y de toda la actividad auxiliar relacionada con la fabricación de vehículos en Aragón y en España», aseguraron en un comunicado conjunto dirigido a totos los empleados de Figueruelas el director general de Opel España, Antonio Cobo, y los secretarios generales de las secciones sindicales de UGT, Pedro Bona, y de CCOO, Chema Fernando.

El máximo directivo de la planta y los sindicatos destacaron asimismo que esta reorganización de centros de producción «nos hará ser más eficientes: se optimizan las inversiones a realizar, se reducen los costes y se mejora la logística y competitividad de ambas plantas». «Para los empleados de Zaragoza la decisión representa un gran paso adelante en la garantía del futuro de la planta y del empleo para los próximos años», agregaron.

Plena capacidad

En la misma línea, el vicepresidente de Manufacturas de Opel, Philip R. Kienle, aseguró en otro comunicado que la nueva distribución de cada modelo aportará al grupo «grandes ventajas en sinergias de producción». «Estamos dando un importante paso para el futuro», aseveró.

Así las cosas, Figueruelas tiene aún más a su alcance el objetivo marcado de llegar a su plena capacidad en los próximos años, lo que supondrá producir alrededor de medio millón de vehículos año. Todo apunta a que incluso superará su récord de 480.000 unidades. Si estas cifras se confirma, algo que siempre está supeditado a la respuesta del mercado y a que los vientos del sector y de la economía europea soplen sin sobresaltos, se da por segura una progresiva generación de empleo neto en los próximos años, así como inversiones millonarias para adaptar las instalacoines a las nuevas necesidades productivas.

Por lo pronto, la plantilla de la factoría aragonesa -que suma cerca de 6.000 empleados- se ampliará con más de 300 trabajadores a partir de enero del 2017, con lo que será la primera vez que se genera empleo neto en la planta desde el estallido de la crisis.

Con este refuerzo, Opel hará para hacer frente al lanzamiento de dos nuevos modelos: el mencionado Crossland X, que se empezará a ensamblar en primavera (previsiblemente desde el mesde abril); y el sucesor del Citroën C3 Picasso (su nombre todavía no se conoce), desarrollado en alianza con el grupo francés PSA Peugeut y que verá la luz a partir del próximo verano.

Adiós al ‘Mokka’

La factoría espera cerrar el actual ejercicio con una producción algo superior a los 360.000 coches, muy similar a la del 2015, que fue de 359.319. La curva ascendente arrancará así el próximo año, en el que la empresa estima que ensamblará alrededor de 400.000 unidades. Las previsiones apuntan a que se fabricarán alrededor de 70.000 unidades del Crossland X (entre abril y diciembre), 30.000 del renovado C3 Picasso, 210.000 del Corsa y otros 85.000 del Mokka X.

Sobre este último modelo, aunque la futura marcha era conocida, dejará un importante hueco en la planta porque en los últimos años ha supuesto un gran revulsivo para su actividad y para las empresas auxiliaras por su éxito de ventas. La nueva generación de este todocaminos se ensamblará a partir del 2019 en Eisenach. No obstante, Figueruelas saldrá ganando en este trueque porque arrebatará a la planta alemana el 38% de la producción que tiene asignada actualmente del Corsa y el sucesor del Adan,

Aunque este último es un coche de menor valor que el Mokka, el nuevo modelo que lo sustituirá poco tendrá que ver con su predecesor. Se tratará de un pequeño crossover, al Fiat 500L, en línea con la apuesta de la multinacional por el segmento de los SUV y CUV, por el que Opel y otras grandes marcas automovilísticas ya han apostado. Tanto es así que este tipo de vehículos han experimentado un importante repunte de ventas, al multiplicarse por cinco la cifra desde el año 2010. De hecho, tres de los cuatro modelos asignados a Figuerulas encajan esta categoría.

El único que no pertenece a este segmento es el Corsa, cuya producción integra en la planta supone la otra gran novedad conocida ayer. No en vano, es el modelo estrella de la factoría, donde se fabrica desde que abrió su puertas hace ya 34 años. Desde entonces, se han producido cerca de 10 millones de unidades.

En España, hasta final de noviembre se habían vendido 15.718 Mokkas, 25.030 Corsas y 2.618 del Adam, según informó ayer por la compañía.