El Consejo de Ministros ha aprobado la concesión del indulto parcial para los comandantes José Ramírez y Miguel Ángel Sáez, condenados por las identificaciones erróneas de 30 de los 62 cadáveres de los militares españoles fallecidos en el accidente del Yak-42. Los familiares de las víctimas, indignados, han recordado que el indulto requiere un reconocimiento de la culpa y una petición de disculpas, que tendría que ser admitida por las víctimas y que no se ha producido. Con el entonces ministro de Defensa, Federico Trillo, premiado con la embajada en Londres, este indulto del Gobierno suena a insulto.