El decreto de la reforma laboral pasó ayer por los pelos la difícil prueba del Senado, una cámara en la que el PP tiene más votos que el partido del Gobierno. La abstención de CiU y PNV, igual que hicieron a finales de julio en el Congreso, favoreció la aprobación del texto legal que será votado el 9 de septiembre en la Cámara Baja tras haber encajado cambios menores durante su tramitación en el Senado.

La Comisión de Trabajo del Senado, con competencia legislativa plena, aprobó ayer el decreto ley con el apoyo de los 12 votos socialistas del PSOE, Grupo Mixto y Entesa. Se da la circunstancia de que sus dos portavoces pertenecen al PSOE de Menorca y al PSC, lo que permitió sumar 2 votos más a los 10 del grupo socialista. Los dos senadores de PNV y CiU se abstuvieron y los 12 del PP votaron en contra. Ante el empate a 12 se impuso la llamada "mayoría ponderada" que dio la victoria a los socialistas.

Ni una sola modificación en la nueva regulación del despido por causas económicas que permite indemnizar con 20 días por año a los trabajadores. Como mucho se cambiará una coma (,) por un punto y coma (;) si así lo decide el letrado de la Comisión, a instancias de CiU. El senador Jordi Casas insistió en separar con un punto y coma los dos tipos de causas económicas que pueden justificar una menor indemnización por despido: "cuando de los resultados de la empresa se desprenda una situación económica negativa, en casos tales como la existencia de pérdidas actuales o previstas", "o la disminución persistente de su nivel de ingresos". Según Casas, introducir un punto y coma entre ambos entrecomillados serviría para aclarar que basta con una de las dos situaciones para poder justificar un despido por causas económicas.

Entre las enmiendas que el Senado sí ha introducido en la reforma está la reducción de 100 a 30 días del periodo en el que un parado puede rechazar una oferta de formación de los servicios públicos de empleo sin ser sancionado con retiradas de la prestación por desempleo. La enmienda socialista recibió el apoyo de todos los grupos.

Además, las personas empleadas del hogar deberán recibir en metálico como mínimo el salario mínimo interprofesional y que en todo caso el salario en especie adicional no debe superar el 30% del SMI. Otro cambio, a instancias de PNV, afecta al absentismo laboral como causa de despido objetivo. El trabajador podrá ser despedido por faltas de asistencia al trabajo "que alcancen el 20% de las jornadas hábiles en dos meses consecutivos, o el 25% en cuatro meses discontinuos dentro de un periodo de doce meses".