Los expertos en movilidad están convencidos de que la implantación del coche eléctrico en España será una realidad en no muchos años. Eso sí, subrayan que para ello será necesario reorientar las ayudas públicas a este tipo de vehículos. "Hay que pensar en implementarlas de otro modo, con mayor firmeza y en coordinación con la industria", aseguró ayer Arturo Pérez de Lucía, director gerente de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso del Vehículo Eléctrico, durante una jornada sobre energía en la Cámara de Comercio de Zaragoza.

En este sentido, Pérez de Lucía indicó, por ejemplo, que en países de Europa del norte se ha apostado con éxito por la vía de la reducción de impuestos (tanto del IVA como de matriculación). "El gran reto ahora es implanta el coche eléctrico a nivel particular, porque en las flotas profesionales (taxis) y en los servicios urbanos ya empieza a estar bastante presente", señaló el experto, que destacó que los ayuntamientos pueden ser protagonistas del éxito de este tipo de vehículos en España. "Algunos ya están favoreciendo el estacionamiento gratuito", comentó.

Durante la jornada de la Cámara se recordó que el coste de estos coches sigue siendo su principal hándicap. El año pasado se vendieron en España poco más de 2.000 vehículos eléctricos, un 200% más que en el 2014. En Francia se matricularon unos 22.000.