La puerta la abrió la semana pasada el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y parece ser que la cosa va en serio para que la medicina de Urgencias y Emergencias, cuyo Día Mundial se celebró este miércoles, sea regulada y reconocida como una especialidad más en España. El país, junto a Chipre, es el único de Europa que no otorga un marco legal ni formativo a esta labor, que en Aragón desarrollan más de 600 profesionales.

Todos cursaron la carrera, pero en el periodo de especialidad vía MIR (en el caso de los médicos) no figura en ningún caso las Urgencias y Emergencias. «Es un tema de reconocimiento, pero también de justicia de supervivencia. Yo llevo 22 años en este trabajo, pero no podría ir a trabajar a Italia porque en España no nos otorgan esa especialidad y no podría ejercer pese a mi experiencia. En caso contrario, todo el mundo sí puede venir aquí», señaló ayer Rafael Marrón, presidente de la Sociedad Aragonesa de Medicina de Urgencias.

«Es algo que no tiene sentido y parece que está cerca esa regulación, pero también lo ha estado otras veces y no ha llegado. Lo que pedimos son unas competencias iguales y estar lo mejor formados posibles. Cuando terminamos el MIR debemos hacer cursos, asistir a jornadas y adquirir destrezas aprendiendo de otros compañeros. Eso no es lógico y tampoco lo es que, dada la importancia y el volumen de urgencias que hay, no exista esa regulación. No es algo puntual, es el día a día», reclamó Marrón.

Estos profesionales trabajan en las urgencias de los hospitales, en los servicios médicos de las uvi móviles y en las unidades de medicina de montaña. «Hay personas que con 30 años trabajando en urgencias y emergencias siguen sin especialidad. Le ponemos pasión, para mi es un privilegio ver los 30 minutos primeros de una enfermedad, me gusta mi trabajo, es una forma diferente de entender la medicina y es lo que hemos elegido, pero tampoco es de recibo esta situación», señaló el médico.

Relevo generacional

Además de la limitación y no libre circulación laboral por Europa, la falta de regulación de esta especialidad en España genera «mucha incertidumbre» en las actuales plantillas, que temen por el relevo generacional. «Lo vamos a pasar mal y tenemos verdaderos problemas para encontrar gente en verano que cubra las vacaciones. Este va a ser especialmente duro porque llegamos muy cansados por la pandemia. Antes había excedente de médicos y se cubría, pero ahora sin una especialidad concreta no hay garantía de ello. Obviamente la gente opta por algo reglado, que te de más perspectiva más amplia», apuntó Marrón.

Si el Ministerio de Sanidad aprueba como dijo Illa esta regulación (también lo hará de la Medicina de Enfermedades Infecciosas) antes de que termine el año, el panorama será mucho más halagüeño. «Creemos que si el ministerio ha dado este paso será también porque los equipos de Recursos Humanos de las comunidades lo han pedido también, es algo que no tiene sentido», precisó.

Curiosamente, solo los militares tienen reconocida la especialidad de Urgencias y Emergencias. «Ellos fueron los primeros médicos de Urgencias de España en tenerlo reconocido hace unos dos años. Como a nivel mundial es algo común y ellos deben salir a misiones y otras cuestiones, a través de su sistema lo regularon y ellos ya disponen de ese reconocimiento», explicó.

Su reivindicación se produce, además, en un contexto donde la situación sanitaria desatada por el coronavirus ha sido difícil para todos los sanitarios, con muchos contagios y donde la desprotección si latente «al principio», según Marrón. «Posteriormente se tomaron medidas, pero al principio no nos pilló bien. Los números están ahí y también sufrimos el no estar preparados para algo así. Doblamos muchos turnos y sufrimos mucho estrés, pero pasada la ola la situación es más tranquila y todos debemos aprender de esto. Hemos hecho nuestro trabajo», indicó. H