--Dice que no conoció a su abuelo, pero no es cierto...

--Bueno, lo conocí con ocho meses... Él me conoció a mí y yo no tengo recuerdo alguno.

--Ha rescatado la correspondencia entre Ramón J. Sender y su abuelo. ¿Tanto merecía la pena?

--No es un libro exclusivamente centrado en la correspondencia entre ambos. Incluye además las entrevistas que se realizaron en primicia en Aragón/Expres, durante los viajes de Sender a España.

--Y es algo más...

--Publicamos además una muestra de los artículos que Sender le enviaba a mi abuelo desde América, para publicarlos en exclusiva en el diario. A lo que hay que sumar un ensayo sobre la faceta del Sender periodista, realizada por José Domingo Dueñas.

--Hay un pasaje surrealista fantástico: cuando su abuelo recibe las cenizas de Sender.

--Eso es; se sorprendieron mucho al recibir 'Crónica del Alba' al morir Sender, y descubrir que dentro se había practicado un hueco, donde se incluía un sobre con cenizas. Pero esta no es una historia de muertes sino de vidas.

--Lo asombroso es que a día de hoy todavía no tienen certeza de quién son esas cenizas.

--Sí, porque leímos en un libro de uno de sus hijos que esas cenizas, corresponden al hollín de una chimenea... La ciencia se va a encargar de desvelar el origen de esas cenizas.

--Es también muy curiosa la figura de la secretaria de Sender.

--Era su secretaria y estaba felizmente casada...

--¿Qué le ha sorprendido de todo el libro?

--En el trabajo de investigación he podido conocer una época que me es totalmente ajena, y que a pesar del transcurso de tanto tiempo, para mí tenía la frescura del original.

--Veo que describe muy bien el tiempo social y político de la época...

--A través de las entrevistas que realicé a mi padre, Eduardo, logré tener más información para situarme en esa tiempo.

--El libro es un homenaje tanto a su abuelo como a Sender. ¿Considera que su abuelo permanece en el recuerdo?

--El libro abarca una época determinada que es la etapa del encuentro hasta la muerte del escritor. No es una biografía de ninguno de los dos. Si no se recordaba, esta ha sido la ocasión para refrescar la memoria.

--¿Le ha animado a continuar en este género?

--No me lo he planteado, pero he disfrutado mucho con este trabajo. En cualquier caso seguiré escribiendo.

--¿Guarda algo de Sender?

--Un cuadro pintado por él.