Las inundaciones volvieron a asolar este fin de semana los pueblos ribereños del Manubles en la comarca de Calatayud. Tras los problemas producidos por el desbordamiento del río en febrero, el cauce volvió a crecer y anegó de nuevo fincas enteras, aumentando los daños en la zona.

Aunque el caudal ha sido muy inferior al de febrero, los daños han sido proporcionalmente más cuantiosos e, incluso, la desviación del cauce ha ocasionado que el agua se haya llevado fincas enteras, como las del pasaje de la Manzanera, en las que no entró la primera riada. Además, la situación pudo haberse agravado mucho más si hubiera coincidido en el tiempo la crecida del Manubles y el Carabantes.

Muchos agricultores de Moros y Ateca se encontraban desesperados porque de nuevo vieron cómo el agua echaba a perder sus tierras y el trabajo realizado en ellas cuando apenas empezaban a ver la luz después de la trágica riada de febrero.

En la mañana del sábado el caudal del Manubles comenzó a crecer alimentado por el agua del Carabantes. A media tarde el río pareció estabilizarse, pero a partir de las seis de la tarde el caudal volvió a aumentar hasta desbordarse por la castigada vega del río. El alcalde de Moros, Manuel Morte, alertó a los demás municipios y a Protección Civil que no había sido advertida de la situación por Confederación Hidrográfica, ya que el río Carabantes no tiene regulación, y las medidas en el Manubles se estaban tomando por encima de la desembocadura de este.

Los alcaldes de Moros y Ateca, de nuevo los pueblos más afectados por la riada, responsabilizan a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) de los daños ocasionados con esta nueva riada, por no haber actuado competentemente tras las pasadas inundaciones, en las que el río se había quedado sin defensas. Javier Sada, alcalde de Ateca, calificó ayer a la confederación de "incompetente e inoperante" por no ser capaz de llevar a cabo en dos meses las actuaciones más imperiosas. Por su parte, Manuel Morte apuntó que pese a la urgencia que merecían las intervenciones, en el término de Moros, la CHE sólo "paseó las máquinas para figurar durante unas horas".