La reparación de la línea ferroviaria Huesca-Canfranc comenzará por fin este mes con el fin de paliar el deficitario estado de conservación del trazado, en el que prácticamente no ha habido actuaciones desde su inauguración hace 75 años. El Ministerio de Fomento prevé invertir más de ocho millones de euros en las obras, que ejecutará la empresa zaragozana Coalvi hasta finales de año. La "rehabilitación" de tramos dañados de vía, el "tratamiento" de las trincheras para evitar desprendimientos y la "instalación" de encarriladoras en los tramos metálicos serán las principales tareas a las que se harán frente.

El inicio de los trabajos es inminente, ya que hace dos noches acabaron las labores de acopio de traviesas y raíles en distintas estaciones y a lo largo del trazado. Fuentes ferroviarias apuntaron que las obras no afectarán a la circulación de los trenes de pasajeros y del mercancías, puesto que se efectuarán preferentemente en horario nocturno. Las actuaciones son previas a la renovación integral del corredor, en ancho internacional y electrificados. Todos los proyectos están en redacción.

El Gobierno se ha decido actuar en la línea de Canfranc tras la oleada de accidentes y descarrilamientos por caída de piedras del pasado invierno, que acabó provocando el cierre temporal de la línea. El elevado riesgo de desprendimientos llevó incluso al presidente de Renfe, Miguel Corsini, a cerrar la vía a finales de febrero, situación en la que permaneció durante un mes. La compañía Renfe encargó obras de reparación de urgencia a Coalvi, la misma empresa que ahora llevará a cabo la nueva fase de trabajos.

RETRASOS POR LIMITACIONES Como las actuaciones fueron mínimas, Renfe optó por lo más sencillo: limitaciones generalizadas en la línea ante su mal estado y con el fin de que los maquinistas tengan tiempo de reaccionar ante la presencia de una piedra en la caja de la vía. Estas restricciones siguen vigentes y han provocado retrasos generalizados en el servicio, cuya media oscila entre 32 minutos --para los trenes Canfranc-Zaragoza-- y casi una hora --Zaragoza-Canfranc--.

Las actuaciones de renovación de traviesas y raíles se alargarán a lo largo del trazado, aunque se centrarán especialmente en el último tramo, Jaca-Canfranc, el más castigado por el deterioro del material por las inclemencias meteorológicas. Fomento destinará casi dos millones de euros a este sector, según consta en el gigantesco cartel anunciador que ha instalado en la misma estación de Jaca.

La empresa adjudicataria también instalará encarriladoras en los tramos metálicos de la línea, una medida básica de seguridad que hubiera evitado que se saliese un tren de pasajeros el pasado mes de enero y que a punto estuvo de caer a un precipicio desde un puente de Villanúa. La mejora también se extenderá a viaductos de Castiello y Canfranc.

La reparación ferroviaria se completará con las actuaciones en las trincheras abiertas a principios del siglo pasado, que sufren continuos desprendimientos como consecuencia del deficitario mantenimiento. De hecho, un informe encargado por Fomento en el 2000 reveló las lagunas de seguridad en la línea, destacando los corrimientos de laderas en el tramo Jaca-Canfranc y la carencia de encarriladoras.