El camino a las elecciones europeas

Borja Giménez Larraz: "Ser hijo de mi padre es un arma de doble filo para entrar en política"

El hijo del presidente del PP Aragón asesinado por ETA Manuel Giménez Abad, ha sido el elegido por los populares de la comunidad para representar a Aragón en las listas de cara a los próximos comicios europeos

 "Seguramente me habría dicho que dónde iba", piensa que le habría dicho su padre

Borja Giménez Larraz, este viernes en Zaragoza, antes de charlar sobre su candidatura a Europa.

Borja Giménez Larraz, este viernes en Zaragoza, antes de charlar sobre su candidatura a Europa. / JOSEMA MOLINA

David López

David López

Se podría decir que el presidente de Aragón y del PP aragonés, Jorge Azcón, propuso y el líder nacional, Alberto Núñez Feijóo, dispuso en la elección de Borja Giménez Larraz, el hijo pequeño de Manuel Giménez Abad, para ir en las listas conservadoras a las próximas elecciones europeas que se celebran el 9 de junio y que estarán lideradas por la exministra Dolors Monserrat. Él irá en el puesto número 19 y tiene muchas posibilidades de salir elegido para ser europarlamentario, salvo debacle, lo dicen las encuestas. Pero más allá del resultado, en un día como este viernes, en el que se ha hecho oficial su inclusión, se agolpan muchos sentimientos en él por lo que supone su salto a la primera línea política que en el pasado se pensó que daría su hermano, Manuel, y que él finalmente ha dado antes.

"Creo que ha sido una decisión de mutuo acuerdo entre la dirección nacional, el presidente Feijóo y Azcón, que han pensado que podía hacer un buen papel como eurodiputado", explica el propio Borja Giménez Larraz en declaraciones a EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, recién llegado a Zaragoza desde el Parlamento Europeo, en el que sigue realizando sus funciones como asesor. Fue Azcón quien le tanteó para saber si estaba interesado en dar este paso "y posteriormente se puso en contacto conmigo el presidente Feijóo".

¿Qué le dijo? "Pues que estaría encantado de que formase parte de la candidatura, que tenía muy buenas referencias de mí y de mi trabajo en Bruselas, que sabía que conocía a fondo las instituciones y que, personalmente, le había causado muy buena impresión en el congreso en el que fue nombrado y en el que yo intervine como representante de las víctimas del terrorismo". "Yo siento una especial atracción por los asuntos de la Unión Europea, hice un máster relacionado con esta materia en Zaragoza y tenía siempre mucho interés en el proceso de construcción de la Unión Europea. Y después de diez años trabajando allí y ya llevaba en la cabeza dedicarme a otros menesteres es cuando surge esta oportunidad de ir en las listas para las elecciones europeas. Solo podía decir que sí con mucha ilusión y agradecimiento, porque para mí esto es un privilegio y un honor", expone Giménez Larraz.

Asegura que lo que más le motiva es "tener la oportunidad de dar voz y ser representante de los aragoneses en las instituciones, aunque sea un mensaje muy manido, creo que puedo ser de mucha utilidad. En otras facetas políticas quizá destaque menos pero mi capacidad de gestionar y lograr objetivos en Bruselas, tengo una red de contactos... Puedo ser muy útil para Aragón". Lleva diez años allí, los cinco primeros como asesor jurídico en el equipo que dirigía Esteban González Pons ("tengo muy buena relación con él, cercana", apunta), y los últimos cinco como asistente en la actividad política de Javier Zarzalejos.

Borja Giménez se entera de su elección el pasado lunes, y admite que esta era una oportunidad que nunca pensaba que se fuera a producir para él, pero ahora, con el paso de los días, interpreta que tras su periplo en Europa como asesor quizá esto de ser europarlamentario y voz de Aragón como político era el "paso natural" a su trayectoria. Y afirma que su familia piensa lo mismo.

"Da vértigo dar el salto en el contexto actual de la política pero me superan las ganas de implicarme más a fondo que los miedos que puedan surgir. Lo veo como una oportunidad única". ¿Y ser el hijo de Manuel Giménez Abad suma o le impone una exigencia mayor? "Creo que ser hijo de mi padre es un arma de doble filo. Ya me gustaría ser la mitad de como era mi padre, eso no lo voy a ser, tengo un perfil diferente, pero me ha ayudado. Yo me he implicado mucho en la política pero mi vida es que está marcada por lo que me ocurrió y aquella situación ha generado que sienta esa necesidad mayor de volcarme más en la actividad política. Tanto yo como mi hermano Manuel, los dos, hemos sentido esa necesidad cuando ves que a tu padre lo asesinan por sus ideas, a un hombre con su talante y su forma de entender la política... Te da una lección de vida y te predispone a un camino que quizá nunca habría sido el mío. Aunque es verdad que siempre me ha gustado la política"

¿Qué le diría un día como hoy su padre? "Seguramente me habría dicho que dónde iba. Pero es que la vida que me ha tocado vivir a mí tampoco ha sido la que le tocó vivir a él y, en cualquier caso, a ver cómo van las cosas pero creo que sentiría orgullo, no tanto por acceder a un puesto de eurodiputado sino de la forma de comportarme en la vida y de los valores que tengo".

El terrorismo, como él mismo reconoce, le ha marcado su vida. Como persona y, ahora, como político. Porque no eligió él que el 6 de mayo de 2001 la banda terrorista ETA asesinara a su padre, el entonces presidente del PP aragonés Manuel Giménez Abad, yendo él a su lado cuando se dirigían a ver un partido del Real Zaragoza en La Romareda.

Sus referentes, "parece algo fácil de decir" por el momento que es, pero asegura que el perfil de Azcón y de Feijóo son los que más le gustan, "aunque son distintos". Lo conseguido por el PP aragonés en los últimos años en el caso del primero y el gallego porque "es un líder que siempre me ha gustado en cuanto a ser un político moderado, centrista, con predisposición importante al acuerdo y a entenderse con otras fuerzas políticas".

¿Y el contexto actual, pasar del anonimato en la escena política a ser, posiblemente, objeto de las críticas? "Desde luego que me preocupa la situación actual de crispación en la política en España, pero lo único que me consuela es que quizá en Bruselas todo se ve de otra manera, el foco mediático está puesto en la política pero no de una manera tan intensa. Y allí se hace política de una forma diferente porque siempre hay una tendencia a la negociación y al acuerdo con los socialistas, los liberales y otras formaciones. Hay una lección que allí he aprendido y es que nunca va a salir nada como tú quieres, sabes que siempre vas a tener que ceder en algo, y la cuestión es que tus líneas rojas no se traspasen. Es una buena escuela de política entre partidos diferentes, sensibilidades y países diferentes...". Qué distinto a lo que pasa en España.

Suscríbete para seguir leyendo