El Plan de Gobierno PP-Vox: Una estrategia, varias diferencias

El Ejecutivo autonómico ya tiene su «Biblia» particular para afrontar la legislatura con la hoja de ruta bien marcada y con los objetivos a cumplir durante los tres años y medio que les restan en el Pignatelli. Un plan que, de nuevo, saca a la luz algunas de las diferencias que existen entre PP y Vox pese a compartir Gobierno

Una de las sesiones del Consejo de Gobierno, en la que se aprobó su plan de acción.

Una de las sesiones del Consejo de Gobierno, en la que se aprobó su plan de acción. / GOBIERNO DE ARAGÓN

Sergio H. Valgañón

Sergio H. Valgañón

Aprobado en el Consejo de Gobierno, solo queda empezar a tachar objetivos. El Plan de Gobierno del Ejecutivo encabezado por Jorge Azcón ya está a la vista de todos los curiosos que quieran saber cuáles son los objetivos principales que PP, Vox y PAR quieren cumplir en los próximos tres años y medio. Más allá de plazos, recursos destinados y metas a alcanzar, la hoja de ruta de la DGA destapa algunas de las diferencias notables que ya han generado roces entre los socios de Gobierno.

«Dato mata relato».

El consejero de Sanidad, José Luis Bancalero, acostumbra a utilizar esta frase en sus intervenciones para apoyar en las cifras lo conseguido en el departamento. Hoy, el Plan de Gobierno del Ejecutivo de Jorge Azcón asegura que ya ha pasado el 18% de la legislatura y que su Gobierno ha cumplido el 12% de los objetivos planteados. La cifra sube hasta el 25% si se incluyen los planes y actuaciones que ya se han comenzado a ejecutar. Por poner en contexto, el último Ejecutivo de Javier Lambán completó cerca del 90% de su Plan de Gobierno al finalizar la pasada legislatura. Los más avanzados, por ahora, Agricultura (18%), Bienestar Social y Familia (15%) y Desarrollo Territorial (13%).

Unos tanto, otros tan poco.

En total, el Ejecutivo de PP y Vox afronta para esta legislatura 157 líneas de trabajo, divididas entre los diez departamentos que completan la estructura del Pignatelli. Como en todos los repartos, unos asumen unas estrategias más ambiciosas y con más carga de objetivos que otros. En el lado de los más ambiciosos, la consejería de Presidencia que lidera Tomasa Hernández, con hasta 31 objetivos marcados para los próximos cuatro años. Le siguen a la zaga el Departamento de Economía, con Mar Vaquero a la cabeza y 23 actuaciones principales, y Educación, desde donde Claudia Pérez Forniés quiere completar 19 tareas principales. En el extremo contrario, Sanidad, donde solo se han registrado 8 propuestas clave, y la consejería de Desarrollo Territorial, Despoblación y Justicia, de Alejandro Nolasco, con tan solo seis objetivos.

La defensa del agua y el conflicto del pacto verde.

Quizá más de lo que gustaría al actual Gobierno de Aragón, pero el medio ambiente se ha hecho con un hueco casi diario en su agenda. Por un lado, con la relación de PP y Vox con el trasvase del Ebro. Los primeros, en la delegación aragonesa, cerrados en banda a que nadie toque el principal río de la comunidad; los segundos, orgullosos de que su programa sea el mismo en toda España, pero recelosos de aquella posibilidad trasvasista llegada desde Cataluña. Tres iniciativas argumentan en defensa de los recursos hídricos de la comunidad, abordando el ciclo del agua y el cumplimiento de la Directiva Marco. También para la resolución de conflictos, entrando incluso en la compensación a los ciudadanos afectados por la construcción de embalses. Pasa algo similar con el Pacto Verde Europeo, del que el Ejecutivo asegura su «cumplimiento» desde la consejería de Medio Ambiente y Turismo, de Manuel Blasco. Samper (Agricultura) y el vicepresidente Nolasco han rechazado esta estrategia en numerosas ocasiones.

Contra la violencia machista.

La violencia de género siempre ha sido zona de conflicto entre PP y Vox. Porque la ultraderecha siempre ha exigido retirar «de género» de las definiciones públicas. En el Ayuntamiento de Zaragoza, por ejemplo, lograron que Natalia Chueca cediera y el consistorio siempre abordará «violencia contra las mujeres y violencia intrafamiliar». Desde la DGA, tres estrategias del IAM se centrarán en la salud mental de las víctimas, en la mejora de los centros de crisis y en las guardias psicológicas.

Mucha fiscalidad, mucha vivienda y muchas renovables.

Son los principales caballos de batalla de Azcón en sus primeros diez meses en el Pignatelli. Por ello, muchas de las estrategias que ya tienen nombre, apellidos y dirección general u organismo encargado se centran en la nueva fiscalidad, los ambiciosos planes de vivienda y en la implantación de las energías renovables en la comunidad. Sin rastro, sin embargo, de la derogada memoria democrática ni del futuro plan de concordia que estará antes del verano, según dicen en el Pignatelli.

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